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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 179

LA ÚLTIMA CENA

 

5. EL ESTABLECIMIENTO DE LA CENA DEL RECUERDO

1941:6  179:5.1 Cuando trajeron a Jesús la tercera copa de vino, la "copa de la bendición", se levantó del diván, tomó la copa en sus manos y la bendijo, diciendo: "Tomad todos esta copa, y bebed de ella. Ésta será la copa de mi recuerdo. Ésta es la copa de la bendición de una nueva dispensación de gracia y de verdad. Será para vosotros el emblema de la donación y del ministerio del Espíritu divino de la Verdad. No volveré a beber esta copa con vosotros hasta que beba de una nueva forma con vosotros en el reino eterno del Padre."
1942:1  179:5.2 Mientras bebían esta copa de la bendición con un profundo respeto y en un silencio perfecto, todos los apóstoles sintieron que estaba teniendo lugar algo fuera de lo común. La vieja Pascua conmemoraba la salida de sus padres de un estado de esclavitud racial a otro de libertad individual; ahora, el Maestro instituía una nueva cena de conmemoración como símbolo de la nueva dispensación en la que el individuo esclavizado emerge del cautiverio del ceremonialismo y del egoísmo, y pasa a la alegría espiritual de la fraternidad y la comunidad de los hijos por la fe, liberados, que pertenecen al Dios vivo.
1942:2  179:5.3 Cuando terminaron de beber esta nueva copa del recuerdo, el Maestro cogió el pan y, después de dar gracias, lo rompió en pedazos y les pidió que lo pasaran, diciendo: "Tomad este pan del recuerdo y comedlo. Os he dicho que yo soy el pan de la vida. Y este pan de la vida es la vida unida del Padre y del Hijo en un solo don. La palabra del Padre, tal como es revelada en el Hijo, es en verdad el pan de la vida." Cuando hubieron compartido el pan de la conmemoración, símbolo de la palabra viviente de la verdad encarnada en la similitud de la carne mortal, todos se sentaron.

1942:3  179:5.4 Al instituir esta cena del recuerdo, el Maestro recurrió, como siempre tenía la costumbre, a las parábolas y a los símbolos. Empleó símbolos porque quería enseñar ciertas grandes verdades espirituales de tal manera que a sus sucesores les resultara difícil atribuir a sus palabras interpretaciones precisas y significados definidos. De esta manera, trataba de impedir que las generaciones siguientes cristalizaran su enseñanza y vincularan sus significados espirituales con las cadenas muertas de la tradición y de los dogmas. Al establecer la única ceremonia, o sacramento, asociada a la totalidad de la misión de su vida, Jesús se esmeró mucho en sugerir sus significados, en lugar de recurrir a definiciones precisas. No quería destruir el concepto individual de la comunión divina, estableciendo una práctica precisa; tampoco deseaba limitar la imaginación espiritual del creyente, restringiéndola de manera formalista. Trataba más bien de liberar el alma renacida del hombre para que emprendiera el vuelo con las alas gozosas de una libertad espiritual nueva y viviente.
1942:4  179:5.5 A pesar del esfuerzo del Maestro por establecer así este nuevo sacramento de conmemoración, aquellos que le siguieron en los siglos posteriores se encargaron de frustrar eficazmente su deseo expreso, en el sentido de que este simple simbolismo espiritual de aquella última noche en la carne, ha sido reducido a interpretaciones precisas y sometido a la precisión casi matemática de una fórmula fija. De todas las enseñanzas de Jesús, ninguna ha sido más reglamentada por la tradición.
1942:5  179:5.6 Cuando la cena del recuerdo es compartida por aquellos que creen en el Hijo y conocen a Dios, su simbolismo no necesita estar asociado a ninguna de las falsas interpretaciones pueriles del hombre sobre el significado de la presencia divina, porque en todas esas ocasiones, el Maestro está realmente presente. La cena del recuerdo es el encuentro simbólico del creyente con Miguel. Cuando os volvéis así conscientes del espíritu, el Hijo está realmente presente, y su espíritu fraterniza con el fragmento interior de su Padre.

1942:6  179:5.7 Después de que hubieron meditado unos momentos, Jesús continuó hablando: "Cuando hagáis estas cosas, recordad la vida que he vivido en la tierra entre vosotros, y regocijaos con el hecho de que voy a continuar viviendo en la tierra con vosotros y sirviendo a través de vosotros. Como individuos, no discutáis entre vosotros sobre quién será el más grande. Sed todos como hermanos. Cuando el reino crezca hasta abarcar grandes grupos de creyentes, deberíais absteneros también de luchar por la grandeza o de buscar la preferencia entre esos grupos."
1943:1  179:5.8 Este importante acontecimiento tuvo lugar en la habitación superior de un amigo. Ni la cena ni el edificio contenían ninguna forma sagrada o consagración ceremonial. La cena del recuerdo fue establecida sin aprobación eclesiástica.
1943:2  179:5.9 Cuando Jesús hubo establecido así la cena del recuerdo, dijo a sus apóstoles: "Cada vez que hagáis esto, hacedlo en memoria mía. Y cuando os acordéis de mí, reflexionad primero sobre mi vida en la carne, recordad que en otro tiempo estuve con vosotros, y luego discernid por la fe que todos cenaréis conmigo algún día en el reino eterno del Padre. Ésta es la nueva Pascua que os dejo, el recuerdo mismo de mi vida de donación, la palabra de la verdad eterna; y de mi amor por vosotros, os dejo la efusión de mi Espíritu de la Verdad sobre todo el género humano."
1943:3  179:5.10 Y terminaron la celebración de esta antigua, aunque incruenta Pascua, en relación con la inauguración de la nueva cena del recuerdo, cantando todos juntos el salmo ciento dieciocho.

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