ÍNDICEEl libro de Urantia Edición1999
ESCRITO 193 LAS APARICIONES FINALES Y LA ASCENSIÓN
2057:3 193:5.1 Eran casi las siete y media de la mañana de este jueves 18 de mayo cuando Jesús llegó a la ladera occidental del Monte Olivete con sus once apóstoles silenciosos y un poco desconcertados. Desde este lugar, situado a unos dos tercios de la subida hasta la cima, podían contemplar Jerusalén y, debajo de ellos, Getsemaní. Jesús se preparó ahora para decir su último adiós a los apóstoles antes de despedirse de Urantia. Mientras estaba allí de pie delante de ellos, y sin que él lo pidiera, se arrodillaron en círculo a su alrededor, y el Maestro dijo:
2057:4 193:5.2 "Os he pedido que permanezcáis en Jerusalén hasta que seáis dotados de un poder de las alturas. Ahora estoy a punto de despedirme de vosotros; estoy a punto de ascender hacia mi Padre, y pronto, muy pronto, enviaremos al Espíritu de la Verdad a este mundo donde he residido; cuando haya venido, empezaréis la nueva proclamación del evangelio del reino, primero en Jerusalén, y luego hasta los lugares más alejados del mundo. Amad a los hombres con el amor con que yo os he amado, y servid a vuestros semejantes mortales como yo os he servido. Mediante los frutos espirituales de vuestra vida, impulsad a las almas a creer en la verdad de que el hombre es un hijo de Dios, y de que todos los hombres son hermanos. Recordad todo lo que os he enseñado y la vida que he vivido entre vosotros. Mi amor os cubre con su sombra, mi espíritu residirá con vosotros y mi paz permanecerá en vosotros. Adiós."
2057:5 193:5.3 Después de hablar así, el Maestro morontial desapareció de su vista. Esta supuesta ascensión de Jesús no se diferenció en nada de sus otras desapariciones de la visión humana durante los cuarenta días de su carrera morontial en Urantia.
2057:6 193:5.4 El Maestro pasó por Jerusem para dirigirse a Edentia, donde los Altísimos, bajo la vigilancia del Hijo del Paraíso, liberaron a Jesús de Nazaret del estado morontial, y a través de los canales espirituales de ascensión, lo restituyeron al estado de filiación paradisiaca y de soberanía suprema en Salvington.
2057:7 193:5.5 Eran aproximadamente las siete y cuarenta y cinco de esta mañana cuando el Jesús morontial desapareció del campo de observación de sus once apóstoles, para empezar la ascensión hacia la diestra de su Padre, y recibir allí la confirmación oficial de su completa soberanía sobre el universo de Nebadon.