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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 194

LA DONACIÓN DEL ESPÍRITU DE LA VERDAD

2059:1  194:0.1 ALREDEDOR de la una, mientras los ciento veinte creyentes estaban orando, todos se dieron cuenta de una extraña presencia en la sala. Al mismo tiempo, todos estos discípulos se volvieron conscientes de un nuevo y profundo sentimiento de felicidad, de seguridad y de confianza espirituales. Esta nueva conciencia de fuerza espiritual fue seguida de inmediato por un poderoso impulso a salir y proclamar públicamente el evangelio del reino y la buena nueva de que Jesús había resucitado de entre los muertos.
2059:2  194:0.2 Pedro se puso de pie y declaró que esto debía ser la llegada del Espíritu de la Verdad que el Maestro les había prometido, y propuso que fueran al templo para empezar a proclamar la buena nueva que les había sido confiada. Y todos hicieron lo que Pedro había sugerido.

2059:3  194:0.3 A estos hombres se les había educado y enseñado que el evangelio que debían predicar era la paternidad de Dios y la filiación de los hombres, pero en este preciso momento de éxtasis espiritual y de triunfo personal, la mejor nueva, la noticia más importante en la que estos hombres podían pensar era el hecho de que el Maestro había resucitado. Dotados de un poder de las alturas, salieron pues a predicar la buena nueva al pueblo —e incluso la salvación a través de Jesús— pero cayeron involuntariamente en el error de sustituir el mensaje mismo del evangelio por algunos hechos asociados con el evangelio. Pedro dio comienzo sin saberlo a este error, y otros le siguieron después hasta llegar a Pablo, el cual creó una nueva religión basada en esta nueva versión de la buena nueva.
2059:4  194:0.4 El evangelio del reino es: el hecho de la paternidad de Dios, unido a la verdad consiguiente de la filiación y fraternidad de los hombres. El cristianismo, tal como se desarrolló desde aquel día, es: el hecho de Dios como Padre del Señor Jesucristo, en asociación con la experiencia de la comunión del creyente con el Cristo resucitado y glorificado.
2059:5  194:0.5 No es de extrañar que estos hombres infundidos por el espíritu aprovecharan esta oportunidad para expresar sus sentimientos de triunfo sobre las fuerzas que habían intentado destruir a su Maestro y poner fin a la influencia de sus enseñanzas. En un momento como éste, era más fácil recordar su asociación personal con Jesús y sentirse emocionados con la seguridad de que el Maestro vivía todavía, que su amistad con él no había terminado y que el espíritu había descendido en verdad sobre ellos tal como él les había prometido.
2059:6  194:0.6 Estos creyentes se sentían de pronto transportados a otro mundo, a una nueva existencia de alegría, de poder y de gloria. El Maestro les había dicho que el reino vendría con poder, y algunos de ellos creían que empezaban a discernir lo que él había querido decir.
2059:7  194:0.7 Cuando todo esto se toma en consideración, no es difícil comprender cómo estos hombres llegaron a predicar un nuevo evangelio acerca de Jesús en lugar de su mensaje inicial de la paternidad de Dios y de la fraternidad de los hombres.

 

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