La fe y la creencia
Una de las más comunes
interpretaciones erróneas de la fe es considerarla como un acto de conocimiento
que tiene un bajo grado de evidencia. En esta situación, estamos hablando
más bien de "una creencia" que de una fe. Muy a menudo, esto toma la forma
de un tipo de conocimiento que no sólo tiene un bajo grado de evidencia, sino
que también es apoyado por las autoridades religiosas. En este caso, se supone
que un acto de voluntad del creyente debe compensar por la carencia de evidencia
para apoyar dicha creencia.
El Libro de Urantia tiene una sección
entera dedicada a este tópico empezando en página
1117.
"La creencia llega al nivel
de la fe cuando motiva la vida y da forma a la manera de vivir. La aceptación
de una enseñanza como verdadera no es fe; es meramente creencia; tampoco
lo es la certidumbre ni la convicción. Un estado mental llega a los niveles
de fe tan sólo cuando domina efectivamente la manera de vivir. La fe es
un atributo vivo de la experiencia religiosa personal genuina. Una persona
cree en la verdad, admira la belleza y reverencia la bondad, pero no las
adora; esta actitud de fe salvadora está centrada solamente en Dios, quien
es todas estas cosas personificadas e infinitamente más. 1114:5 101:8.1
"La creencia es siempre limitadora y astringente; la fe es expansiva
y liberadora. La creencia fija, la fe libera. Pero la fe religiosa viva
es más que la asociación de creencias nobles; es más que un sistema exaltado
de filosofía; es una experiencia viva que comprende los significados espirituales,
los ideales divinos y los valores supremos; es conocedora de Dios y servidora
del hombre. Las creencias pueden volverse posesiones del grupo, pero la
fe ha de ser personal. Se pueden sugerir las creencias teológicas a un grupo,
pero la fe puede únicamente surgir en el corazón del religionista individual.
1114:6 101:8.2
"La fe traiciona su confianza cuando presume negar realidades y conferir
sobre sus devotos un conocimiento asumido. La fe traiciona cuando fomenta
la traición de la integridad intelectual y menosprecia la lealtad a los
valores supremos y a los ideales divinos. La fe nunca escapa del deber de
solucionar los problemas del vivir mortal. La fe viva no fomenta el fanatismo,
la persecución ni la intolerancia. 1114:7 101:8.3
"La fe no encadena la imaginación creadora, tampoco mantiene un prejuicio
irrazonable hacia los descubrimientos de la investigación científica. La
fe vitaliza la religión y obliga al religionista a vivir heroicamente de
acuerdo con la regla de oro. El fervor de la fe está de acuerdo con el conocimiento,
y sus impulsos son el preludio a la paz sublime.
1115:1 101:8.4
A través de la fe religiosa, el alma
del hombre se revela a sí misma y demuestra la divinidad potencial de su
naturaleza emergente por la forma característica en que induce a la personalidad
mortal a reaccionar ante ciertas situaciones intelectuales y sociales difíciles
y de prueba. La genuina fe espiritual (conciencia moral auténtica) se revela
en que: 1108:3 101:3.4
1. Ocasiona el progreso de la ética
y de la moral a pesar de las tendencias animalísticas inherentes y adversas.
2. Produce una confianza sublime en la bondad de Dios aun frente a un amargo
desencanto y una derrota total.
3. Genera profundo valor y confianza a pesar de la adversidad natural y
la calamidad física.
4. Exhibe un aplomo inexplicable y una tranquilidad constante a pesar de
la presencia de enfermedades desconcertantes y aun de sufrimiento físico
agudo.
5. Mantiene un aplomo misterioso y un equilibrio de la personalidad frente
al maltrato y las injusticias más flagrantes.
6. Mantiene una confianza divina en la victoria final a pesar de las crueldades
de un hado aparentemente ciego y de la aparente indiferencia total al bienestar
humano de las fuerzas naturales.
7. Persiste en la creencia indestructible en Dios a pesar de todas las demostraciones
contrarias de la lógica y resiste con éxito todos los demás sofismas intelectuales.
8. Continúa exhibiendo una fe infalible en la supervivencia del alma a pesar
de las enseñanzas engañosas de la ciencia falsa y de los delirios persuasivos
de una filosofía defectuosa.
9. Vive y triunfa a pesar del peso demoledor de las civilizaciones complejas
y parciales de los tiempos modernos.
10. Contribuye a la supervivencia continuada del altruismo a pesar del egoísmo
humano, de los antagonismos sociales, las avideces industriales y los desajustes
políticos.
11. Se adhiere en forma inquebrantable a la creencia sublime en la unidad
universal y en la guía divina a pesar de la presencia desconcertante del
mal y del pecado.
12. Continúa adorando a Dios a pesar de todo y de cada cosa. Se atreve a
declarar "aunque me matare, seguiré sirviéndole".
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