ÍNDICEEl libro de Urantia Edición1999
ESCRITO 3 Los ATRIBUTOS DE DIOS
46:5 3:2.1 Todos los universos saben que "el Señor Dios omnipotente reina". Los asuntos de este mundo y de los otros mundos están divinamente supervisados. "Él actúa según su voluntad en los ejércitos del cielo y entre los habitantes de la tierra." Es eternamente cierto que "no existe poder sino el que procede de Dios".
46:6 3:2.2 Dentro de los límites de lo que es conforme con la naturaleza divina, es literalmente cierto que "con Dios todas las cosas son posibles". Los prolongados procesos evolutivos de los pueblos, de los planetas y de los universos están perfectamente controlados por los creadores y administradores universales. Se desarrollan de conformidad con el designio eterno del Padre Universal, siguen su curso en orden y armonía, y se ajustan al plan infinitamente sabio de Dios. No hay más que un legislador. Él sostiene los mundos en el espacio y hace girar los universos en la órbita sin fin del circuíto eterno.
47:1 3:2.3 De todos los atributos divinos, su omnipotencia es la mejor comprendida, especialmente tal como predomina en los universos materiales. Visto como un fenómeno no espiritual, Dios es energía. Esta afirmación de un hecho físico está basada en la verdad incomprensible de que la Fuente-Centro Primera es la causa primordial de todos los fenómenos físicos universales que se producen en el espacio. Toda la energía física y las demás manifestaciones materiales se derivan de esta actividad divina. La luz, es decir, la luz sin calor, es otra de las manifestaciones no espirituales de las Deidades. Y existe además otra forma de energía no espiritual prácticamente desconocida en Urantia, porque aún no está formalmente identificada.
47:2 3:2.4 Dios controla todo el poder. Ha trazado "un camino para el relámpago"; ha ordenado los circuítos de todas las energías. Ha decretado el momento y la manera de manifestarse de todas las formas de energía-materia. Y todas estas cosas están para siempre bajo su perpétuo dominio —bajo el control gravitacional centrado en el bajo Paraíso. La luz y la energía del Dios eterno giran así indefinidamente alrededor de su circuíto majestuoso, la procesión ordenada y sin fin de las nubes de estrellas que componen el universo de universos. Toda la creación circula eternamente alrededor de la Personalidad Paradisíaca, centro de todas las cosas y de todos los seres.
47:3 3:2.5 La omnipotencia del Padre forma parte del predominio omnipresente del nivel absoluto, donde las tres energías, la material, la mental y la espiritual, no pueden distinguirse cerca de él —el Origen de todas las cosas. Como la mente de la criatura no es la monota ni el espíritu del Paraíso, no responde directamente al Padre Universal. Dios se ajusta a la mente imperfecta —a los mortales de Urantia, a través de los Ajustadores del Pensamiento.47:4 3:2.6 El Padre Universal no es una fuerza transitoria, un poder cambiante o una energía fluctuante. El poder y la sabiduría del Padre son perfectamente adecuados para hacer frente a todas las exigencias del universo. Cuando se presentan circunstancias críticas en la experiencia humana, él las ha previsto todas y por ello no reacciona ante los asuntos del universo de una manera indiferente, sino más bien de acuerdo con los dictados de la sabiduría eterna y en armonía con las directrices de su juicio infinito. A pesar de las apariencias, el poder de Dios no funciona como una fuerza ciega en el universo.
47:5 3:2.7 A veces surgen situaciones en las que parece que se han tomado decisiones de emergencia, que se han suspendido leyes naturales, que se han reconocido inadaptaciones y que se está haciendo un esfuerzo para rectificar la situación; pero esto no es así. Estos conceptos de Dios tienen su origen en el campo limitado de vuestro punto de vista, en la finitud de vuestra comprensión y en la visión circunscrita de vuestra perspectiva. Este concepto erróneo de Dios se debe a la profunda ignorancia que tenéis de la existencia de las leyes superiores del universo, la grandeza del carácter del Padre, la infinidad de sus atributos y el hecho de su libre albedrío.
47:6 3:2.8 Las órdenes de criaturas planetarias habitadas por un espíritu de Dios y dispersas aquí y allá por todos los universos del espacio, están próximas de ser infinitas. Sus intelectos son tan distintos, sus mentes tan limitadas y a veces tan toscas, su visión tan reducida y localizada, que es casi imposible formular leyes generales que expresen adecuadamente los atributos infinitos del Padre, y al mismo tiempo sean comprensibles en alguna medida para estas inteligencias creadas. Por este motivo, para vosotros las criaturas, muchos actos del Creador todopoderoso parecen arbitrarios, indiferentes y a menudo insensibles y crueles. Pero de nuevo os aseguro que esto no es verdad. Todos los actos de Dios son intencionales, inteligentes, sabios, generosos y persiguen eternamente el mayor bien posible, no sólo de un ser específico, de una raza concreta, de un planeta particular o incluso de un universo determinado, sino que persiguen el bienestar y el mayor bien de todos aquellos a quienes van destinados, desde los más humildes hasta los más elevados. En las épocas del tiempo, a veces puede dar la impresión de que el bienestar de la fracción difiere del bienestar del conjunto. En el círculo de la eternidad estas diferencias aparentes no existen.
48:1 3:2.9 Todos formamos parte de la familia de Dios, y en consecuencia a veces tenemos que participar en la disciplina de familia. Muchos actos de Dios que tanto nos perturban y desconciertan son el resultado de las decisiones y ordenamientos finales de la omnisciencia, que facultan al Actor Conjunto para ejecutar las elecciones de la voluntad infalible de la mente infinita, y hacer cumplir las decisiones de la personalidad perfecta cuya vigilancia, visión y cuidados abarcan el bienestar eterno más elevado de toda su enorme y extensa creación.
48:2 3:2.10 Vuestro punto de vista aislado, fragmentario, finito, tosco y bastante materialista, así como las limitaciones inherentes a la naturaleza de vuestro ser, constituyen un obstáculo que os impide ver, comprender o conocer la sabiduría y benevolencia de muchos actos divinos. Éstos os parecen cargados de una crueldad aplastante y caracterizados por una total indiferencia hacia la comodidad y el bienestar, hacia la felicidad planetaria y la prosperidad personal de vuestros semejantes. A causa de las limitaciones de la visión humana, debido a vuestro conocimiento reducido y a vuestra comprensión finita, os equivocáis acerca de los móviles de Dios y falseáis sus designios. Pero en los mundos evolutivos suceden muchas cosas que no son obra personal del Padre Universal.
48:3 3:2.11 La omnipotencia divina está perfectamente coordinada con los demás atributos de la personalidad de Dios. En sus manifestaciones espirituales universales, el poder de Dios sólo está limitado normalmente por tres condiciones o situaciones:1. Por la naturaleza de Dios, y en particular por su amor infinito, por la verdad, la belleza y la bondad.
2. Por la voluntad de Dios, por su ministerio de misericordia y por su relación paternal con las personalidades del universo.
3. Por la ley de Dios, por la rectitud y la justicia de la Trinidad eterna del Paraíso.
48:7 3:2.12 Dios tiene un poder ilimitado, una naturaleza divina, una voluntad final, unos atributos infinitos, una sabiduría eterna y una realidad absoluta. Todas estas características del Padre Universal están unificadas en la Deidad y tienen su expresión universal en la Trinidad del Paraíso y en los Hijos divinos de esta Trinidad. Pero fuera del Paraíso y del universo central de Havona, todo lo referente a Dios está limitado por la presencia evolutiva del Supremo, condicionado por la presencia en vías de ultimación del Último, y coordinado por los tres Absolutos existenciales —el Absoluto de la Deidad, el Absoluto Universal y el Absoluto Incalificado. La presencia de Dios está así limitada porque esa es su voluntad.