ÍNDICEEl libro de Urantia Edición1999
ESCRITO 105 LA DEIDAD Y LA REALIDAD
5. PROMULGACIÓN DE LA REALIDAD FINITA
1158:1 105:5.1 Al igual que la diversificación original del YO SOY debe atribuirse a la volición inherente incluída en sí mismo, la promulgación de la realidad finita debe atribuirse a los actos volitivos de la Deidad del Paraíso y a los ajustes repercusivos de las triunidades funcionales.
1158:2 105:5.2 Antes de dotar a lo finito con una deidad, parece ser que toda la diversificación de la realidad tuvo lugar en los niveles absolutos; pero la acción volitiva de promulgar la realidad finita conlleva una atenuación de la absolutidad e implica la aparición de relatividades.1158:3 105:5.3 Aunque presentamos esta narración de manera secuencial y describimos la aparición histórica de lo finito como un derivado directo de lo absoluto, es preciso recordar que los trascendentales son al mismo tiempo anteriores y posteriores a todo lo finito. En relación con lo finito, los trascendentales últimos son a la vez causa y consumación.
1158:4 105:5.4 La posibilidad de lo finito está inherente en el Infinito, pero la transformación de la posibilidad en probabilidad y en inevitabilidad ha de atribuirse al libre albedrío autoexistente de la Fuente-Centro Primera, que activa todas las asociaciones triunitarias. Únicamente la infinidad de la voluntad del Padre podía atenuar así el nivel de existencia absoluto como para ultimar un nivel último o crear un nivel finito.
1158:5 105:5.5 Con la aparición de la realidad relativa y calificada surge a la existencia un nuevo ciclo de la realidad —el ciclo del crecimiento. Se trata de un majestuoso descenso desde las alturas de la infinidad hasta los dominios de lo finito, que oscila perpétuamente hacia el Paraíso y la Deidad, buscando siempre los destinos superiores conmensurables con la fuente infinita.
1158:6 105:5.6 Estas operaciones inconcebibles marcan el principio de la historia del universo y señalan el nacimiento del tiempo mismo. Para una criatura, el comienzo de lo finito es la génesis de la realidad; desde su punto de vista mental no puede concebir una actualidad que sea anterior a lo finito. Esta realidad finita recién aparecida existe en dos fases originales:1. Los máximos primarios, la realidad supremamente perfecta, el tipo de universo y de criaturas de Havona.
2. Los máximos secundarios, la realidad supremamente perfeccionada, el tipo de creación y de criaturas superuniversales.1158:9 105:5.7 Estas son pues las dos manifestaciones originales: la perfecta por constitución y la perfeccionada por evolución. Ambas están coordinadas en las relaciones de la eternidad, pero dentro de los límites del tiempo parecen diferentes. El factor tiempo significa crecimiento para aquello que crece; los finitos secundarios crecen; en consecuencia, aquellos que crecen deben aparecer como incompletos en el tiempo. Pero estas diferencias, que son tan importantes a este lado del Paraíso, no existen en la eternidad.
1158:10 105:5.8 Hablamos de lo perfecto y de lo perfeccionado como máximos primarios y secundarios, pero existe además otro tipo de máximo: La trinitización y otras relaciones entre los primarios y los secundarios dan como resultado la aparición de los máximos terciarios —cosas, significados y valores que no son ni perfectos ni perfeccionados, pero que sin embargo están coordinados con estos dos factores ancestrales.