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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 106

Los NIVELES DE REALIDAD DEL UNIVERSO

 

5. ASOCIACIÓN COABSOLUTA O DE QUINTA FASE

1167:2  106:5.1 El Último es la cima de la realidad trascendental, así como el Supremo es la coronación de la realidad evolutivo-experiencial. La aparición efectiva de estas dos Deidades experienciales coloca los fundamentos para la segunda Trinidad experiencial. Se trata de la Trinidad Absoluta, la unión de Dios Supremo, Dios Último y el Consumador no revelado del Destino del Universo. Teóricamente esta Trinidad tiene la capacidad de activar los Absolutos de potencialidad —de la Deidad, Universal e Incalificado. Pero esta Trinidad Absoluta no puede formarse por completo hasta que concluya la evolución de todo el universo maestro, desde Havona hasta el cuarto y último nivel del espacio exterior.
1167:3  106:5.2 Debemos precisar con claridad que estas Trinidades experienciales relacionan entre sí no solamente las cualidades de personalidad de la Divinidad experiencial, sino también todas las cualidades distintas a las personales que caracterizan a la unidad de la Deidad que han alcanzado. Aunque esta exposición trata principalmente de las fases personales de la unificación del cosmos, no es menos cierto que los aspectos impersonales del universo de universos están igualmente destinados a experimentar la unificación, tal como lo ilustra la síntesis del poder con la personalidad que se está produciendo actualmente en conexión con la evolución del Ser Supremo. Las cualidades espirituales y personales del Supremo son inseparables de las prerrogativas de poder del Todopoderoso, y ambas se complementan con el potencial desconocido de la mente Suprema. Dios Último, como persona, tampoco puede ser estudiado fuera de los aspectos distintos a los personales de la Deidad Última. Y en el nivel absoluto, los Absolutos de la Deidad e Incalificado son inseparables e indiscernibles en presencia del Absoluto Universal.
1167:4  106:5.3 Las Trinidades, en sí mismas y por sí mismas, no son personales, pero tampoco están en contra de la personalidad. Más bien la engloban, y en un sentido colectivo, la correlacionan con las funciones impersonales. Así pues, las Trinidades son siempre una realidad de la deidad, pero nunca una realidad de la personalidad. Los aspectos de una trinidad que tienen que ver con la personalidad son inherentes a sus miembros individuales, y como personas individuales no son esa trinidad. Sólo son una trinidad como grupo; ese grupo es la trinidad. Pero la trinidad siempre incluye a toda la deidad que engloba; la trinidad es la unidad de la deidad.
1167:5  106:5.4 Los tres Absolutos —de la Deidad, Universal e Incalificado— no son una trinidad, porque no todos son deidades. Sólo lo que está deificado puede volverse una trinidad; todas las demás asociaciones son triunidades o triodidades.

 


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