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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 106

Los NIVELES DE REALIDAD DEL UNIVERSO

 

7. FINALIDAD DEL DESTINO

1168:6  106:7.1 Algunas de las dificultades para concebir la integración de la realidad infinita están inherentes en el hecho de que todas estas ideas contienen algo de la finalidad del desarrollo universal, una especie de realización experiencial de todo lo que podría existir algún día. Y es inconcebible que la infinidad cuantitativa pueda nunca hacerse completamente real en la finalidad. En los tres Absolutos potenciales siempre deben quedar posibilidades por explorar, que ninguna cantidad de desarrollo experiencial podrá nunca agotar. La misma eternidad, aunque es absoluta, no es más que absoluta.
1169:1  106:7.2 Incluso un concepto hipotético de la integración final es inseparable de todas las cosas que se llevan a cabo en la eternidad incalificada, y por lo tanto, esta integración es irrealizable en la práctica, en cualquier época futura que se pueda concebir.

1169:2  106:7.3 El destino está establecido por el acto volitivo de las Deidades que componen la Trinidad del Paraíso; el destino está establecido en la inmensidad de los tres grandes potenciales, cuya absolutidad engloba las posibilidades de todo desarrollo futuro. El destino lo culmina probablemente el acto del Consumador del Destino del Universo, y es probable que en este acto estén implicados el Supremo y el Último, que pertenecen a la Trinidad Absoluta. Cualquier destino experiencial puede ser comprendido, al menos parcialmente, por las criaturas que experimentan; pero un destino que roza los existenciales infinitos es difícilmente comprensible. El destino en la finalidad es una consecución existencial-experiencial que parece implicar al Absoluto de la Deidad. Pero el Absoluto de la Deidad está relacionado en la eternidad con el Absoluto Incalificado gracias al Absoluto Universal. Y estos tres Absolutos, que cuentan con la posibilidad de volverse experienciales, son en realidad existenciales e incluso mucho más, puesto que no tienen límites, ni tiempo, ni espacio, ni medidas, ni fronteras —son verdaderamente infinitos.
1169:3  106:7.4 Aunque es improbable que se alcance la meta, eso no impide debatir las teorías filosóficas relacionadas con estos destinos hipotéticos. La actualización del Absoluto de la Deidad, como un Dios absoluto que se pueda alcanzar, puede ser imposible de realizar en la práctica; sin embargo, esta fruición de la finalidad permanece como una posibilidad teórica. La implicación del Absoluto Incalificado en un cosmos infinito inconcebible puede estar inconmensurablemente lejana en el futuro de la eternidad sin fin; pero sin embargo se trata de una hipótesis válida. Los mortales, los morontiales, los espíritus, los finalitarios, los Trascendentales y otros, así como los mismos universos y todas las demás fases de la realidad, tienen ciertamente un destino potencialmente final, de valor absoluto. Pero dudamos que algún ser o universo pueda nunca alcanzar por completo todos los aspectos de un destino semejante.

1169:4  106:7.5 Por muy grande que sea vuestra comprensión del Padre, vuestra mente siempre titubeará ante la infinidad no revelada del Padre-YO SOY, cuya inmensidad sin explorar permanecerá siempre insondable e incomprensible durante todos los ciclos de la eternidad. Por mucha parte de Dios que hayáis alcanzado, siempre habrá una parte mucho más grande que ni siquiera sospecharéis que existía. Creemos que esto es tan cierto en los niveles trascendentales como en los dominios de la existencia finita. ¡La búsqueda de Dios no tiene fin!
1169:5  106:7.6 Esta incapacidad para alcanzar a Dios de manera final no debería desanimar en absoluto a las criaturas del universo. En verdad podéis alcanzar, y alcanzáis de hecho, los niveles de Deidad del Séptuplo, del Supremo y del Último, los cuales significan para vosotros lo mismo que la comprensión infinita de Dios Padre significa para el Hijo Eterno y el Actor Conjunto, en sus estados absolutos de existencia en la eternidad. En lugar de abrumar a las criaturas, la infinidad de Dios debería ser la seguridad suprema de que, a lo largo de todo el interminable futuro, cada personalidad ascendente tendrá ante sí unas posibilidades para desarrollar su personalidad y para asociaciarse con la Deidad, que ni la misma eternidad podrá agotar o poner fin.

1169:6  106:7.7 Para las criaturas finitas del gran universo, el concepto del universo maestro parece casi infinito, pero no hay duda de que sus arquitectos absonitos perciben su relatividad en relación con los desarrollos futuros e inimaginables dentro del YO SOY sin fin. El mismo espacio no es más que una condición última, una condición de atenuación dentro de la absolutidad relativa de las zonas tranquilas de espacio intermedio.
1170:1  106:7.8 En un momento inconcebiblemente lejano de la eternidad futura, cuando todo el universo maestro esté finalmente acabado, no hay duda de que todos contemplaremos retrospectivamente su historia entera como un simple comienzo, como la simple creación de ciertos fundamentos finitos y trascendentales con vistas a unas metamorfosis aún mayores y más cautivadoras en la infinidad sin explorar. En ese momento futuro de la eternidad, el universo maestro aún parecerá joven; en verdad, siempre será joven en comparación con las posibilidades ilimitadas de la eternidad interminable.

1170:2  106:7.9 Es improbable que se alcance un destino infinito, pero eso no impide en absoluto concebir ideas sobre ese destino. No dudamos en afirmar que si los tres potenciales absolutos pudieran alguna vez actualizarse por completo, entonces sería posible concebir la integración final de la realidad total. Esta realización, que se produce a través del desarrollo, está basada en la actualización concluída de los Absolutos Incalificado, Universal y de la Deidad, las tres potencialidades que unidas forman la parte latente del YO SOY, las realidades en suspenso de la eternidad, las posibilidades en reposo de todo el futuro, y mucho más.
1170:3  106:7.10 Lo menos que podemos decir es que estas eventualidades están más bien lejanas. Sin embargo, en los mecanismos, personalidades y asociaciones de las tres Trinidades, nos parece detectar la posibilidad teórica de la reunión de las siete fases absolutas del Padre-YO SOY. Esto nos sitúa frente al concepto de la triple Trinidad, que engloba a la Trinidad del Paraíso, cuyo estado es existencial, y a las dos Trinidades que aparecen posteriormente, cuya naturaleza y origen es experiencial.

 


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