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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 117

DIOS SUPREMO

 

3. SIGNIFICADO DEL SUPREMO PARA LAS CRIATURAS DEL UNIVERSO

1281:3  117:3.1 La realidad cósmica que designamos indistintamente con el nombre de Ser Supremo, Dios Supremo y Todopoderoso Supremo es la compleja síntesis universal de las fases emergentes de todas las realidades finitas. La amplia diversificación de la energía eterna, del espíritu divino y de la mente universal alcanza su punto culminante finito en la evolución del Supremo, que es la suma total de todos los crecimientos finitos que se realizan a sí mismos en los niveles divinos de acabamiento finito máximo.
1281:4  117:3.2 El Supremo es el canal divino por el que fluye la infinidad creativa de las triodidades, que se cristaliza en el panorama galáctico del espacio, donde se interpreta el magnífico drama de las personalidades del tiempo: la conquista espiritual de la energía-materia por mediación de la mente.

1281:5  117:3.3 Jesús dijo: "Yo soy el camino viviente", y es en efecto el camino viviente que conduce desde el nivel material de la conciencia de sí hasta el nivel espiritual de la conciencia de Dios. Al igual que Jesús es ese camino viviente que asciende desde el yo hasta Dios, el Supremo es el camino viviente que lleva de la conciencia finita a la trascendencia de la conciencia, e incluso al discernimiento de lo absonito.
1281:6  117:3.4 Vuestro Hijo Creador puede ser en verdad ese canal viviente entre la humanidad y la divinidad, porque ha experimentado en persona todo el recorrido del sendero universal del progreso, desde la verdadera humanidad de Josué ben José, el Hijo del Hombre, hasta la divinidad paradisíaca de Miguel de Nebadon, el Hijo del Dios infinito. De manera similar, el Ser Supremo puede funcionar como medio universal para acercarse a la trascendencia de las limitaciones finitas, porque es la incorporación auténtica y el resumen personal de toda la evolución, el progreso y la espiritualización de las criaturas. Incluso las experiencias que efectúan las personalidades descendentes del Paraíso en el gran universo, forman esa parte experiencial del Supremo que se complementa con la totalidad de las experiencias ascendentes de los peregrinos del tiempo.

1281:7  117:3.5 El hombre mortal está hecho a imagen de Dios de manera más que simbólica. Desde el punto de vista físico esta afirmación no es muy cierta, pero en lo que se refiere a ciertos potenciales universales, es un hecho real. En la raza humana se está desarrollando una parte del mismo drama de maduración evolutiva que está teniendo lugar, a escala infinitamente más grande, en el universo de universos. El hombre, una personalidad volitiva, se vuelve creativo en unión con su Ajustador, una entidad impersonal, en presencia de los potenciales finitos del Supremo, y el resultado es el florecimiento de un alma inmortal. En los universos, las personalidades Creadoras del tiempo y del espacio trabajan en unión con el espíritu impersonal de la Trinidad del Paraíso, y se transforman así en creadores de un nuevo potencial de poder de la realidad Divina.
1282:1  117:3.6 El hombre mortal, como es una criatura, no es exactamente igual al Ser Supremo, que es una deidad, pero la evolución del hombre se parece en algunos aspectos al crecimiento del Supremo. El hombre evoluciona conscientemente de lo material a lo espiritual mediante la fuerza, el poder y la perseverancia de sus propias decisiones; tambien evoluciona a medida que su Ajustador del Pensamiento desarrolla nuevas técnicas para descender de los niveles espirituales a los niveles motonyiales del alma; y en cuanto el alma surge a la existencia, empieza a crecer en sí misma y por sí misma.
1282:2  117:3.7 Esto se parece un poco a la forma en que se expande el Ser Supremo. Su soberanía crece gracias a las actividades y realizaciones de las Personalidades Creadoras Supremas; así se produce la evolución de la majestad de su poder como gobernante del gran universo. Su naturaleza divina depende igualmente de la unidad preexistente de la Trinidad del Paraíso. Pero la evolución de Dios Supremo ofrece además otro aspecto: no sólo evoluciona gracias a los Creadores y se deriva de la Trinidad, sino que tambien evoluciona por sí mismo y se deriva de sí mismo. Dios Supremo participa de manera volitiva y creativa en su propia realización divina. El alma morontial humana es tambien una asociada volitiva y cocreativa de su propia inmortalización.

1282:3  117:3.8 El Padre colabora con el Actor Conjunto para manipular las energías del Paraíso y hacerlas sensibles al Supremo. El Padre colabora con el Hijo Eterno para generar las personalidades Creadoras, cuyas actividades culminarán algún día en la soberanía del Supremo. El Padre colabora con el Hijo y el Espíritu para crear las personalidades trinitarias destinadas a dirigir el gran universo, hasta el momento en que el Supremo complete su evolución y pueda asumir esta soberanía. El Padre coopera de estas y de otras muchas maneras con sus coordinados Divinos y no Divinos para hacer progresar la evolución de la Supremacía, pero tambien actúa a solas en estas materias. Es probable que la mejor revelación de su función solitaria sea el ministerio de los Ajustadores del Pensamiento y de sus entidades asociadas.
1282:4  117:3.9 La Deidad es una unidad; es existencial en la Trinidad, experiencial en el Supremo, y las criaturas mortales la consiguen al fusionar con el Ajustador. La presencia de los Ajustadores del Pensamiento en los hombres mortales revela la unidad esencial del universo, ya que el hombre, el tipo más ínfimo de personalidad universal, contiene dentro de sí un fragmento auténtico de la realidad eterna más alta, el Padre original de todas las personalidades.
1282:5  117:3.10 El Ser Supremo evoluciona gracias a su vinculación con la Trinidad del Paraíso y a consecuencia de los éxitos divinos de los hijos creadores y administradores de esta Trinidad. El alma inmortal del hombre desarrolla su propio destino eterno asociándose con la divina presencia del Padre del Paraíso, en consonancia con las decisiones personales de la mente humana. La Trinidad es para Dios Supremo lo mismo que el Ajustador para el hombre en evolución.

1282:6  117:3.11 Durante la presente era del universo, el Ser Supremo parece incapaz de funcionar directamente como creador, salvo en los casos en que los agentes creativos del tiempo y del espacio han agotado las posibilidades de acción finitas. Hasta ahora, esto sólo ha sucedido una vez en la historia del universo. Cuando se agotaron las posibilidades para la acción finita en materia de reflectividad universal, el Supremo actuó como culminador creativo de todas las actividades creadoras anteriores. Y creemos que volverá a funcionar como culminador en las épocas futuras, cada vez que el conjunto de creadores anteriores haya completado un ciclo apropiado de actividad creativa.
1283:1  117:3.12 El hombre no ha sido creado por el Ser Supremo, pero sí ha sido engendrado literalmente de la potencialidad del Supremo, y su misma vida deriva de esta potencialidad. El Supremo tampoco hace evolucionar al hombre, y sin embargo es la esencia misma de la evolución. Desde el punto de vista finito, vivimos, nos movemos y tenemos realmente nuestra existencia en la inmanencia del Supremo.
1283:2  117:3.13 Aparentemente, el Supremo es incapaz de desencadenar una causa original, pero parece ser el catalizador de todo el crecimiento universal, y parece estar destinado a culminar por completo el destino de todos los seres evolutivos y experienciales. El Padre da nacimiento al concepto de un cosmos finito; los Hijos Creadores realizan esta idea en el tiempo y el espacio con el consentimiento y la cooperación de los Espíritus Creativos; el Supremo corona la totalidad finita, y establece las relaciones de este total con el destino de lo absonito.

 


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