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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 117

DIOS SUPREMO

 

5. LA SUPERALMA DE LA CREACIÓN

1285:4  117:5.1 El gran Supremo es la superalma cósmica del gran universo. Las cualidades y cantidades del cosmos tienen en Él su reflejo divino; su naturaleza divina es un mosaico compuesto por la suma inmensa de todas las naturalezas de los Creadores y las criaturas de todos los universos en evolución. Y el Supremo es tambien una Deidad en vías de realizarse, provisto de una voluntad creativa que abarca un objetivo universal en evolución.
1285:5  117:5.2 Los egos intelectuales, potencialmente personales, del dominio finito, emanan de la Fuente-Centro Tercera, y alcanzan en el Supremo la síntesis de la Deidad espacio-temporal y finita. Cuando la criatura se somete a la voluntad del Creador, no sumerge ni abandona su personalidad. Las personalidades individuales que participan en la realización del Dios finito no pierden su individualidad volitiva por actuar así. Por el contrario, dichas personalidades van creciendo progresivamente al tomar parte en esta gran aventura de la Deidad. Al unirse así con la divinidad, el hombre ennoblece, enriquece, espiritualiza y unifica su yo en evolución hasta el mismo umbral de la supremacía.

1286:1  117:5.3 El alma inmortal y evolutiva del hombre, la creación común de la mente material y del Ajustador, asciende como tal hasta el Paraíso. Cuando se integra posteriormente en el Cuerpo de la Finalidad, se asocia de alguna manera nueva con el circuito de la gravedad espiritual del Hijo Eterno, mediante una técnica experiencial llamada trascendencia finalitaria. Los finalitarios se convierten entonces en candidatos aceptables para ser reconocidos experiencialmente como personalidades de Dios Supremo. Cuando estos intelectos mortales alcancen el séptimo estado de la existencia espiritual, en los cometidos futuros no revelados del Cuerpo de la Finalidad, sus mentes duales se volverán trinas. Las dos mentes armonizadas, la humana y la divina, serán glorificadas en unión con la mente experiencial del Ser Supremo, que para entonces estará manifestado.
1286:2  117:5.4 En el eterno futuro, Dios Supremo estará manifestado —expresado de manera creativa y descrito espiritualmente— en la mente espiritualizada (el alma inmortal) del hombre ascendente, de la misma manera que el Padre Universal fue revelado en la vida terrestre de Jesús.

1286:3  117:5.5 El hombre no se une con el Supremo, ni funde en él su identidad personal, pero las repercusiones universales de la experiencia de todos los hombres forman una parte de la experimentación divina del Supremo. "El acto es nuestro, pero sus consecuencias pertenecen a Dios".
1286:4  117:5.6 La personalidad en evolución deja tras de sí un rastro de realidad manifestada a medida que pasa por los niveles ascendentes de los universos. Las creaciones crecientes del tiempo y del espacio, ya sean mentales, espirituales o energéticas, son modificadas por el avance de la personalidad a través de sus dominios. Cuando el hombre actúa el Supremo reacciona, y esta transacción constituye el progreso.
1286:5  117:5.7 Los grandes circuitos de la energía, la mente y el espíritu no son nunca posesiones permanentes de la personalidad ascendente; estos ministerios continúan siendo siempre una parte de la Supremacía. En la experiencia mortal, el intelecto humano reside en las pulsaciones rítmicas de los espíritus ayudantes de la mente, y efectúa sus decisiones dentro del marco producido por su encircuitamiento en este ministerio. Después de la muerte, el yo humano es separado para siempre del circuito ayudante. Parece ser que estos ayudantes nunca transmiten la experiencia de una personalidad a otra, pero las repercusiones impersonales de las acciones y decisiones las transmiten a Dios Supremo a través de Dios Séptuplo. (Al menos esto es así en lo que respecta a los ayudantes de la adoración y de la sabiduría).

1286:6  117:5.8 Lo mismo sucede con los circuitos espirituales: el hombre los utiliza durante su ascensión por los universos, pero nunca llega a poseerlos como parte de su personalidad eterna. Estos circuitos del ministerio espiritual, ya sea el Espíritu de la Verdad, el Espíritu Santo o las presencias espirituales superuniversales, son receptivos y reactivos a los valores emergentes de la personalidad ascendente, y estos valores son transmitidos fielmente al Supremo a través del Séptuplo.
1286:7  117:5.9 Aunque estas influencias espirituales como el Espíritu Santo y el Espíritu de la Verdad sean ministerios de los universos locales, su actividad no está confinada por completo en los límites geográficos de una creación local determinada. Cuando el mortal ascendente sobrepasa las fronteras de su universo local de origen, no queda desposeído por completo del ministerio del Espíritu de la Verdad, que lo ha guiado y enseñado constantemente a traves de los laberintos filosóficos de los mundos materiales y morontiales, dirigiendo adecuadamente al peregrino del Paraíso en cada crisis de la ascensión, diciéndole siempre: "Este es el camino". Cuando dejéis los dominios del universo local, el espíritu guía confortador de los Hijos de Dios donadores del Paraíso continuará orientando vuestra ascensión hacia el Paraíso mediante el ministerio del espíritu del Ser Supremo emergente y los dispositivos de la reflectividad superuniversal.
1287:1  117:5.10 Estos múltiples circuitos del ministerio cósmico, ¿cómo registran en el Supremo los significados, los valores y los hechos de la experiencia evolutiva? No estamos totalmente seguros, pero creemos que este registro se efectúa por medio de las personas de los Creadores Supremos de origen Paradisíaco, que son los donadores directos de estos circuitos del tiempo y del espacio. La experiencia mental acumulada por los siete espíritus ayudantes de la mente durante su ministerio en el nivel físico del intelecto, es una parte de la experiencia de la Divina Ministra del universo local, y a través de este Espíritu Creativo probablemente llega a registrarse en la mente de la Supremacía. Asímismo, las experiencias mortales con el Espíritu de la Verdad y el Espíritu Santo se registran probablemente mediante técnicas similares en la persona de la Supremacía.
1287:2  117:5.11 Incluso la experiencia del hombre y del Ajustador debe tener su repercusión en la divinidad de Dios Supremo, porque los Ajustadores se asemejan al Supremo en la forma de obtener su experiencia, y el alma evolutiva del hombre mortal puede crearse debido a la posibilidad preexistente para efectuar esta experiencia dentro del Supremo.
1287:3  117:5.12 De esta manera, las múltiples experiencias de toda la creación se convierten en una parte de la evolución de la Supremacía. Las criaturas se limitan a utilizar las cualidades y cantidades del dominio finito mientras ascienden hacia el Padre; las consecuencias impersonales de esta utilización forman parte para siempre del cosmos viviente, de la persona Suprema.
1287:4  117:5.13 Lo que el hombre se lleva consigo como propiedad de su personalidad son las consecuencias sobre su carácter de la experiencia adquirida mientras utilizaba los circuitos mentales y espirituales del gran universo durante su ascensión al Paraíso. Cuando el hombre toma una decisión, y consuma esta decisión en una acción, realiza una experiencia; los significados y valores de esta experiencia forman parte para siempre de su carácter eterno en todos los niveles, desde el finito hasta el final. Un carácter cósmicamente moral y divinamente espiritual representa el capital acumulado de las decisiones personales de la criatura, unas decisiones que fueron inspiradas por la adoración sincera, glorificadas por el amor inteligente y consumadas en el servicio fraternal.
1287:5  117:5.14 El Supremo en evolución compensará finalmente a las criaturas finitas por su inaptitud para conseguir algo más que un contacto experiencial limitado con el universo de universos. Las criaturas pueden llegar hasta el Padre del Paraíso, pero como sus mentes evolutivas son finitas, están incapacitadas para comprender realmente al Padre infinito y absoluto. Pero todas las experiencias de las criaturas se inscriben en el Supremo y forman parte de él. Cuando todas las criaturas consigan llegar al nivel final de la existencia finita, y cuando el desarrollo total del universo permita alcanzar a Dios Supremo como una presencia real de la divinidad, entonces, por el hecho de efectuar este contacto, contactarán con la totalidad de la experiencia. El dominio finito del tiempo contiene en sí mismo las semillas de la eternidad. Nos han enseñado que cuando la plenitud de la evolución agote la capacidad del progreso cósmico, la totalidad de lo finito entrará en las fases absonitas de la carrera eterna a la búsqueda del Padre como Ultimo.

 


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