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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 117

DIOS SUPREMO

 

6. LA BUSQUED A DEL SUPREMO

1287:6  117:6.1 Buscamos al Supremo en los universos, pero no lo encontramos. "Está en el interior y en el exterior de todas las cosas y de todos los seres, en movimiento y en reposo. Irreconocible en su misterio, está próximo aunque lejano". El Todopoderoso Supremo es "la forma de lo que aún no está formado, el arquetipo de lo que aún está por crearse". El Supremo es vuestra morada universal, y cuando lo encontreis será igual que regresar al hogar. Es vuestro padre experiencial, y al igual que sucede con los padres humanos, el Supremo ha evolucionado en la experimentación de la paternidad divina. Os conoce porque se parece a una criatura tanto como a un creador.
1288:1  117:6.2 Si deseais de verdad encontrar a Dios, no podreis evitar que nazca en nuestra mente la conciencia del Supremo. De la misma manera que Dios es vuestro Padre divino, el Supremo es vuestra Madre divina, de quien os alimentais durante vuestra vida como criaturas del universo. "¡Cuán universal es el Supremo: lo encontramos en todas partes! Las cosas innumerables de la creación dependen de su presencia para vivir, y a nadie se la rehúsa".
1288:2  117:6.3 El Supremo significa para el cosmos finito lo mismo que Miguel para Nebadon. Su Deidad es el amplio canal por el que fluye el amor del Padre hacia toda la creación exterior, y la gran avenida por la que pasan hacia el interior las criaturas finitas, buscando al Padre que es amor. Incluso los Ajustadores del Pensamiento están relacionados con el Supremo; en su naturaleza original y en divinidad se parecen al Padre, pero cuando experimentan los asuntos del tiempo en los universos del espacio, se vuelven semejantes al Supremo.

1288:3  117:6.4 El acto de una criatura que escoge hacer la voluntad del Creador es un valor cósmico y posee un significado universal, ante el cual reacciona inmediatamente una fuerza de coordinación no revelada, pero omnipresente. Es probable que se trate de la actividad cada vez más amplia del Ser Supremo.
1288:4  117:6.5 El alma morontial de un mortal evolutivo es realmente la hija de la actividad del Padre Universal por medio del Ajustador, y la hija de la reacción cósmica del Ser Supremo, la Madre Universal. La influencia materna predomina en la personalidad humana durante toda la infancia del alma que crece en el universo local. La influencia de los padres Divinos se hace más equivalente después de fusionar con el Ajustador y durante la carrera en el superuniverso. Pero cuando las criaturas del tiempo empiezan la travesía del eterno universo central, la naturaleza Paterna se pone de manifiesto cada vez más, alcanzando el máximo de su manifestación finita cuando identifican al Padre Universal y son admitidas en el Cuerpo de la Finalidad.
1288:5  117:6.6 Durante la experiencia de acceso al estado de finalitario, el contacto y la inspiración de la presencia espiritual del Hijo Eterno y de la presencia mental del Espíritu Infinito, influencian extraordinariamente las cualidades maternales experienciales del yo ascendente. Posteriormente, en todos los campos de actividad finalitaria del gran universo, se aviva de nuevo el potencial materno latente del Supremo, aparece una nueva comprensión de los significados experienciales y una nueva síntesis de los valores experienciales de toda la carrera ascendente. Parece ser que esta formación del yo deberá continuar durante la carrera universal de los finalitarios del sexto estado, hasta que la herencia materna del Supremo consiga un sincronismo finito con la herencia paterna del Ajustador. Este misterioso período de actividad en el gran universo representa la continuación de la carrera adulta del mortal ascendente perfeccionado.
1288:6  117:6.7 Al completarse la sexta etapa de existencia y al ingresar en la séptima y última etapa del estado espiritual, comenzarán probablemente unas épocas progresivas de experiencia enriquecedora, de sabiduría madura y de conocimiento de la divinidad. En la naturaleza del finalitario todo esto supondrá probablemente la terminación definitiva de la lucha mental para realizarse espiritualmente, la culminación de la coordinación entre la naturaleza ascendente del hombre y la naturaleza divina del Ajustador, dentro de los límites de las posibilidades finitas. Este yo universal tan magnífico se convertirá en el eterno hijo finalitario del Padre Paradisíaco, así como en el eterno hijo universal del Supremo Madre. Un yo universal así estará cualificado para representar tanto al Padre como a la Madre de los universos y de las personalidades, en cualquier actividad o empresa relacionada con la administración finita de las cosas y de los seres creados, creándose o en evolución.
1289:1  117:6.8 Todas las almas humanas que progresan son literalmente las hijas evolutivas de Dios Padre y de Dios Madre, el Ser Supremo. Pero hasta el momento en que el alma del hombre mortal se vuelva consciente de su herencia divina, esta seguridad del parentesco con la Deidad tiene que percibirla por medio de la fe. La experiencia de la vida humana es el capullo cósmico donde los dones universales del Ser Supremo y la presencia en el universo del Padre Universal (dones y presencia que no son personalidades), hacen evolucionar el alma morontial del tiempo y el carácter finalitario humano-divino, que tienen un destino universal y un servicio eterno.

1289:2  117:6.9 Los hombres olvidan demasiado a menudo que Dios es la experiencia más grande de la existencia humana. Las demás experiencias están limitadas en su naturaleza y en su contenido, pero la experiencia de Dios no tiene más límites que la capacidad de comprensión de las criaturas, y esta experiencia amplía por sí misma dicha capacidad. Cuando los hombres buscan a Dios, lo están buscando todo. Y cuando encuentran a Dios, lo han encontrado todo. La búsqueda de Dios es una donación ilimitada de amor, acompañada del descubrimiento sorprendente de que hay un nuevo amor aun más grande que regalar.
1289:3  117:6.10 Todo amor verdadero proviene de Dios, y el hombre recibe el afecto divino a medida que lo regala a sus semejantes. El amor es dinámico. Nunca se le puede apresar; es activo, libre, emocionante y está siempre en movimiento. El hombre nunca puede coger el amor del Padre y retenerlo en su corazón. El amor del Padre sólo se convierte en una realidad para el hombre mortal cuando pasa a través de su personalidad, y lo regala a sus semejantes. El gran circuito del amor surge del Padre, pasa de los hijos a los hermanos, y desemboca en el Supremo. El amor del Padre aparece en la personalidad mortal gracias al ministerio del Ajustador interior. El hijo que conoce a Dios revela este amor a sus hermanos del universo, y este afecto fraternal es la esencia del amor del Supremo.

1289:4  117:6.11 La única forma de acercarse al Supremo es a través de la experiencia, y en la época actual de la creación sólo existen tres caminos para que las criaturas se aproximen a la Supremacía:

1289:5  117:6.12 1. Los Ciudadanos del Paraíso descienden de la Isla Eterna a través de Havona, donde adquieren la capacidad de comprender a la Supremacía observando las diferencias de realidad entre el Paraíso y Havona, y descubriendo por indagación las múltiples actividades de las Personalidades Creadoras Supremas, desde los Espíritus Mestros hasta los Hijos Creadores.

1289:6  117:6.13 2. Los ascendentes espacio-temporales que suben de los universos evolutivos de los Creadores Supremos se acercan bastante al Supremo cuando atraviesan Havona, como paso preliminar para aumentar su apreciación de la unidad de la Trinidad del Paraíso.

1289:7  117:6.14 3. Los nativos de Havona consiguen comprender al Supremo gracias a los contactos que efectúan con los peregrinos descendentes del Paraíso y con los peregrinos ascendentes de los siete superuniversos. Los nativos de Havona se encuentran intrínsecamente en una posición que les permite armonizar los puntos de vista, esencialmente diferentes, de los ciudadanos de la Isla eterna y de los ciudadanos de los universos evolutivos.

1290:1  117:6.15 Las criaturas evolutivas disponen de siete grandes vías para acercarse al Padre Universal, y cada una de estas ascensiones al Paraíso pasa por la divinidad de uno de los Siete Espíritus Maestros. La criatura puede realizar cada uno de estos acercamientos porque ha servido en el superuniverso que refleja la naturaleza de ese Espíritu Maestros, y ha conseguido una ampliación de su receptividad experiencial. La totalidad de estas siete experiencias supone el límite actualmente conocido que puede tener la conciencia de una criatura sobre la realidad y la evidencia de Dios Supremo.
1290:2  117:6.16 Las limitaciones propias del hombre no son las únicas que le impiden encontrar al Dios finito; es también el estado incompleto del universo. Incluso la condición imperfecta de todas las criaturas —pasadas, presentes y futuras— hace que el Supremo sea inaccesible. Cualquier persona que haya conseguido el nivel divino de parecerse a Dios puede encontrar a Dios Padre, pero ninguna criatura individual podrá descubrir nunca personalmente a Dios Supremo, hasta el momento lejano en que todas las criaturas lo encontrarán simultáneamente, cuando se consiga la perfección universal.
1290:3  117:6.17 Aunque en esta era del universo no podéis encontrar personalmente al Supremo como sí podéis y encontraréis de hecho al Padre, al Hijo y al Espíritu, sin embargo la ascensión al Paraíso y la posterior carrera universal crearán gradualmente en vuestra conciencia la aceptación de la presencia universal y la actividad cósmica del Dios de toda la experiencia. Los frutos del espíritu son la sustancia del Supremo tal como se le puede comprender en la experiencia humana.
1290:4  117:6.18 El hecho de que el hombre alcance algún día al Supremo es una consecuencia de su fusión con el espíritu de la Deidad del Paraíso. Para los Urantianos, este espíritu es la presencia del Ajustador del Padre Universal. Pero aunque el Monitor de Misterio proviene del Padre y es como el Padre, dudamos de que ni siquiera este don divino pueda conseguir la tarea imposible de revelar la naturaleza del Dios infinito a una criatura finita. Sospechamos que los Ajustadores revelarán a los futuros finalitarios de la séptima etapa, la divinidad y la naturaleza de Dios Supremo. Y esta revelación supondrá para una criatura finita lo mismo que la revelación del Infinito para un ser absoluto.
1290:5  117:6.19 El Supremo no es infinito, pero abarca probablemente toda la fracción de infinidad que una criatura finita pueda nunca conocer realmente. ¡Comprender más que el Supremo sería ser más que finito!
1290:6  117:6.20 Todas las creaciones experienciales dependen unas de otras para alcanzar su destino. Sólo la realidad existencial está contenida en sí misma y existe por sí misma. Havona y los siete superuniversos se necesitan mútuamente para alcanzar el máximo de culminación finita; y algún día dependerán también de los universos futuros del espacio exterior para conseguir trascender lo finito.
1290:7  117:6.21 Un ascendente humano puede encontrar al Padre; Dios es existencial y por lo tanto real, independientemente del estado en que se encuentre la experiencia en el universo total. Pero ningún ascendente aislado encontrará al Supremo hasta que todos los ascendentes hayan alcanzado la máxima madurez universal que los califique para participar simultáneamente en este descubrimiento.
1290:8  117:6.22 El Padre no hace acepción de personas; trata a cada uno de sus hijos ascendentes como indivíduos cósmicos. El Supremo tampoco hace acepción de personas; trata a sus hijos experienciales como un todo cósmico indivisible.
1290:9  117:6.23 El hombre puede descubrir al Padre en su corazón, pero tendrá que buscar al Supremo en el corazón de todos los demás hombres. Y cuando todas las criaturas revelen perfectamente su amor, el Supremo se convertirá entonces en una realidad universal para todas ellas. Esto es simplemente otra manera de decir que los universos se habrán establecido en la luz de la vida.
1291:1  117:6.24 Conseguir la auto-realización perfeccionada de todas las personalidades y lograr el equilibrio perfecto en todos los universos, equivale a la terminación del Supremo, e indica que toda la realidad finita se ha liberado de las limitaciones de la existencia incompleta. Este agotamiento de todos los potenciales finitos permite alcanzar por completo al Supremo, y se puede definir además como la conclusión de la realización evolutiva del mismo Ser Supremo.

1291:2  117:6.25 Los hombres no encuentran al Supremo de manera repentina y espectacular como un terremoto que abre precipicios entre las rocas, sino que lo encuentran lenta y pacientemente, como el río que erosiona suavemente el lecho por el que transcurre.
1291:3  117:6.26 Cuando encontréis al Padre habréis encontrado la gran causa de vuestra ascensión espiritual por los universos. Cuando encontréis al Supremo descubriréis el gran resultado de vuestra carrera de progreso hacia el Paraíso.
1291:4  117:6.27 Ningún mortal que conoce a Dios estará nunca solo en su viaje a través del cosmos, porque sabe que el Padre camina a su lado en cada etapa del camino, mientras que el camino mismo que va atravesando es la presencia del Supremo.

 


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