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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 121

LA ÉPOCA DE LA DONACIÓN DE MIGUEL

 

2. EL PUEBLO JUDÍO

1333:3  121:2.1 Los judíos formaban parte de la raza semita más antigua, que incluía también a los babilonios, los fenicios, y a los más recientes enemigos de Roma: los cartagineses. Durante la primera parte del primer siglo después de Cristo, los judíos eran el grupo más influyente de los pueblos semitas, y sucedió que ocupaban una posición geográfica particularmente estratégica en el mundo, tal como estaba entonces gobernado y organizado para el comercio.
1333:4  121:2.2 Muchas de las grandes carreteras que unían a las naciones de la antigüedad pasaban por Palestina, que de este modo se convirtió en el punto de contacto, en el cruce de caminos, de tres continentes. Los viajeros, los comerciantes y los ejércitos de Babilonia, Asiria, Egipto, Siria, Grecia, Partia y Roma pasaron sucesivamente por Palestina. Desde tiempos inmemoriales, muchas rutas de caravanas de Oriente pasaban por alguna parte de esta región hacia los escasos buenos puertos de mar del extremo oriental del Mediterráneo, desde donde los barcos transportaban sus cargamentos a todo el Occidente marítimo. Más de la mitad del tráfico de estas caravanas pasaba por la pequeña ciudad de Nazaret en Galilea, o cerca de ella.
1333:5  121:2.3 Aunque Palestina era la patria de la cultura religiosa judía y la cuna del cristianismo, los judíos estaban diseminados por el mundo, residían en muchas naciones y comerciaban en todas las provincias de los estados romano y parto.
1333:6  121:2.4 Grecia aportó un idioma y una cultura, Roma construyó las carreteras y unificó un imperio, pero la dispersión de los judíos, con más de doscientas sinagogas y sus comunidades religiosas bien organizadas, repartidas aquí y allá por todo el mundo romano, proporcionó los centros culturales que fueron los primeros en acoger al nuevo evangelio del reino de los cielos, y desde ellos se extendió posteriormente hasta las regiones más remotas del mundo.
1333:7  121:2.5 Cada sinagoga judía toleraba un pequeño número de creyentes gentiles, de hombres "devotos" o "temerosos de Dios", y fue precisamente en este grupo de prosélitos donde Pablo logró la mayor parte de sus primeros conversos al cristianismo. Incluso el templo de Jerusalén tenía un patio ornamentado para los gentiles. Había una relación muy estrecha entre la cultura, el comercio y el culto de Jerusalén y Antioquía. Es en Antioquía donde los discípulos de Pablo fueron llamados por primera vez "cristianos".
1333:8  121:2.6 La centralización en Jerusalén del culto que los judíos practicaban en el templo constituyó el secreto de la supervivencia de su monoteísmo, y la promesa de que alimentaría y difundiría por el mundo un nuevo concepto ampliado de ese Dios único de todas las naciones y Padre de todos los mortales. El servicio del templo en Jerusalén representaba la supervivencia de un concepto cultural religioso frente a la decadencia de una serie de jefes nacionales y perseguidores raciales gentiles.

1334:1  121:2.7 Aunque el pueblo judío de esta época estuviera bajo el dominio romano, gozaba de una gran autonomía gubernamental. Y cuando recordaba los actos heróicos de liberación, entonces recientes, de Judas Macabeo y de sus sucesores inmediatos, vibraba con la expectativa de la aparición inminente de un libertador aún más grande, el tan esperado Mesías.
1334:2  121:2.8 El secreto de la supervivencia de Palestina, el reino de los judíos, como un estado semi-independiente, radicaba en la política exterior del gobierno romano, que deseaba mantener el control sobre la carretera palestina de tránsito entre Siria y Egipto, así como sobre las estaciones terminales occidentales de las rutas de las caravanas entre Oriente y Occidente. Roma no deseaba que una potencia cualquiera que surgiera en el Levante pudiera refrenar su expansión futura en estas regiones. La política de intrigas que tenía por objeto enfrentar a la Siria seléucida con el Egipto tolemaico, necesitaba conservar a Palestina como un estado separado e independiente. La política romana, la degeneración de Egipto y el debilitamiento progresivo de los seléucidas ante el poder creciente de los partos, explican por qué, durante varias generaciones, un grupo pequeño y poco poderoso de judíos pudo mantener su independencia contra los seléucidas al norte y los tolomeos al sur. Los judíos atribuían esta libertad fortuita y esta independencia de la autoridad política de los pueblos más poderosos que los rodeaban, al hecho de que eran "el pueblo elegido", a la intervención directa de Yahvé. Esta actitud de superioridad racial hizo que les resultara mucho más difícil soportar el dominio romano, cuando éste cayó finalmente sobre su país. Pero incluso en ese triste momento, los judíos no quisieron comprender que su misión mundial era espiritual, y no política.

1334:3  121:2.9 En los tiempos de Jesús, los judíos eran anormalmente recelosos y desconfiados, porque estaban entonces gobernados por un extraño, Herodes el Idumeo, que se había apoderado de la jurisdicción de Judea granjeándose hábilmente el favor de los gobernantes romanos. Aunque Herodes profesara su lealtad a las observancias del ceremonial hebreo, se puso a construir templos para muchos dioses extranjeros.
1334:4  121:2.10 Las relaciones amistosas de Herodes con los gobernantes romanos permitían a los judíos viajar con seguridad por el mundo, lo que abrió así el camino para una mayor penetración de los judíos, con el nuevo evangelio del reino de los cielos, hasta regiones distantes del Imperio Romano y en las naciones aliadas. El reinado de Herodes también contribuyó mucho a la mezcla ulterior de las filosofías hebrea y helenística.
1334:5  121:2.11 Herodes construyó el puerto de Cesarea, cosa que también ayudó a que Palestina fuera el cruce de caminos del mundo civilizado. Murió en el año 4 a. de J.C., y su hijo Herodes Antipas gobernó en Galilea y Perea durante la juventud y el ministerio de Jesús, hasta el año 39 d. de J.C.. Antipas fue, como su padre, un gran constructor. Reconstruyó muchas ciudades de Galilea, incluyendo el importante centro comercial de Seforis.
1334:6  121:2.12 Los dirigentes religiosos y los maestros rabínicos de Jerusalén no tenían una gran simpatía por los galileos. Cuando Jesús nació, Galilea era más gentil que judía.

 


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