ÍNDICEEl libro de Urantia Edición1999
ESCRITO 127 Los AÑOS DE ADOLESCENCIA
1395:1 127:0.1 AL EMPEZAR los años de su adolescencia, Jesús se encontró como jefe y único sostén de una familia numerosa. Pocos años después de la muerte de su padre, habían perdido todas sus propiedades. A medida que pasaba el tiempo, se volvió cada vez más consciente de su preexistencia; al mismo tiempo empezó a comprender más plenamente que estaba presente en la tierra y en la carne con la finalidad expresa de revelar su Padre Paradisiaco a los hijos de los hombres.
1395:2 127:0.2 Ningún adolescente que haya vivido o que podrá vivir en este mundo o en cualquier otro mundo, ha tenido ni tendrá nunca que resolver unos problemas más graves o desenredar unas dificultades más complicadas. Ningún joven de Urantia tendrá nunca que pasar por unos conflictos más probatorios o por unas situaciones más penosas que las que Jesús mismo tuvo que soportar durante el arduo período comprendido entre sus quince y sus veinte años de edad.
1395:3 127:0.3 Tras haber saboreado así la experiencia efectiva de vivir estos años de adolescencia en un mundo acosado por el mal y perturbado por el pecado, el Hijo del Hombre llegó a poseer un conocimiento pleno de la experiencia que vive la juventud de todos los dominios de Nebadon. Así se convirtió para siempre en el refugio comprensivo de los adolescentes angustiados y perplejos de todos los tiempos, en todos los mundos del universo local.
1395:4 127:0.4 De manera lenta pero segura, y por medio de la experiencia efectiva, este Hijo divino va ganando el derecho a convertirse en el soberano de su universo, en el gobernante supremo e incontestable de todas las inteligencias creadas en todos los mundos del universo local, en el refugio comprensivo de los seres de todos los tiempos, cualquiera que sea el grado de sus dones y experiencias personales.