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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 128

Los PRIMEROS AÑOS DE LA VIDA ADULTA DE JESÚS

 

2. EL VIGÉSIMO SEGUNDO AÑO (AÑO 16 d. de J.C.)

1409:6  128:2.1 Éste fue uno de los años durante los cuales los hermanos y hermanas de Jesús se enfrentaron con las pruebas y tribulaciones propias de los problemas y reajustes de la adolescencia. Jesús tenía ahora hermanos y hermanas entre los siete y los dieciocho años de edad, y estaba muy ocupado ayudándolos a adaptarse a los nuevos despertares de su vida intelectual y emocional. Así pues, tuvo que luchar con los problemas de la adolescencia a medida que se presentaban en la vida de sus hermanos y hermanas menores.
1410:1  128:2.2 Simón terminó sus estudios en la escuela este año y empezó a trabajar con Jacobo el albañil, el antiguo compañero de juegos de la infancia y el defensor siempre dispuesto de Jesús. Después de varias conversaciones familiares, llegaron a la conclusión de que no era prudente que todos los muchachos se dedicaran a la carpintería. Pensaban que si escogían oficios diferentes estarían en disposiciones de aceptar contratos para construir edificios enteros. Además, habían pasado por períodos de paro forzoso desde que tres de ellos trabajaban como carpinteros a tiempo completo.
1410:2  128:2.3 Jesús continuó este año con la terminación de interiores y la ebanistería, pero dedicó la mayor parte de su tiempo al taller de reparaciones de las caravanas. Santiago empezaba a alternarse con él en el servicio del taller. Hacia finales de este año, cuando el trabajo de carpintería llegó a escasear en Nazaret, Jesús dejó a Santiago a cargo del taller de reparaciones y a José en el banco de carpintero de la casa, mientras que él se fue a Séforis para trabajar con un herrero. Estuvo trabajando seis meses en el metal y adquirió una habilidad considerable en el yunque.

1410:3  128:2.4 Antes de empezar en su nuevo empleo de Séforis, Jesús mantuvo una de sus conferencias familiares periódicas y nombró solemnemente a Santiago, que acababa de cumplir dieciocho años, como cabeza de familia. Prometió a su hermano un apoyo sincero y toda su cooperación, y exigió a cada miembro de la familia la promesa formal de obedecer a Santiago. A partir de este día, Santiago asumió toda la responsabilidad financiera de la familia, y Jesús entregaba a su hermano su paga semanal. Jesús nunca más recuperó de Santiago las riendas del hogar. Mientras trabajaba en Séforis podría haber regresado cada noche al hogar si hubiera sido necesario, pero permaneció ausente a propósito, echándole la culpa al tiempo y a otras causas, aunque su verdadero motivo era preparar a Santiago y a José para llevar la responsabilidad de la familia. Había empezado el lento proceso de separarse de su familia. Jesús volvía a Nazaret todos los sábados y a veces durante la semana cuando lo exigía la ocasión, para observar cómo funcionaba el nuevo plan, ofrecer consejos y aportar sugerencias útiles.

1410:4  128:2.5 El hecho de vivir la mayoría del tiempo en Séforis durante seis meses, proporcionó a Jesús una nueva oportunidad para conocer mejor el punto de vista que tenían los gentiles sobre la vida. Trabajó con ellos, vivió con ellos y de todas las maneras posibles estudió de cerca y con sumo cuidado los hábitos de vida y la mentalidad de los gentiles.
1410:5  128:2.6 El nivel moral de esta ciudad donde residía Herodes Antipas era tan inferior, incluso al de Nazaret, la ciudad de las caravanas, que después de permanecer seis meses en Séforis, Jesús no dudó en encontrar un pretexto para volver a Nazaret. El grupo para el que trabajaba iba a emprender unas obras públicas tanto en Séforis como en la nueva ciudad de Tiberiades, y Jesús estaba poco dispuesto a asumir cualquier tipo de empleo que estuviera bajo la supervisión de Herodes Antipas. También existían otras razones que hacían prudente, en opinión de Jesús, el regresar a Nazaret. Cuando volvió al taller de reparaciones, no asumió otra vez la dirección personal de los asuntos familiares. Trabajó en el taller en asociación con Santiago y, tanto como le fue posible, le permitió continuar supervisando el hogar. La gestión de los gastos familiares y la administración del presupuesto doméstico, que estaban en manos de Santiago, no sufrieron ningún cambio.
1410:6  128:2.7 Fue precísamente mediante esta planificación sabia y cuidadosa como Jesús preparó el camino para su retirada final de toda participación activa en los asuntos de su familia. Cuando Santiago tuvo dos años de experiencia como cabeza de familia —y dos años antes de que se casara— José fue encargado de los fondos de la casa y se le confió la dirección general del hogar.

 


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