ÍNDICE
previo      continuo
El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 136

EL BAUTISMO Y Los CUARENTA DÍAS

 

3. Los CUARENTA DÍAS

1512:5  136:3.1 Jesús había soportado la gran tentación de su donación como mortal antes de su bautismo, cuando se estuvo mojando con el rocío del Monte Hermón durante seis semanas. Allá en el Monte Hermón, como un mortal del planeta sin ayuda ninguna, se había enfrentado con Caligastia, el pretendiente de Urantia, el príncipe de este mundo, y lo había derrotado. En este día memorable, según los archivos del universo, Jesús de Nazaret se convirtió en el Príncipe Planetario de Urantia. Este Príncipe de Urantia, que muy pronto sería proclamado Soberano supremo de Nebadon, iniciaba ahora cuarenta días de retiro para elaborar los planes y determinar la técnica que utilizaría para proclamar el nuevo reino de Dios en el corazón de los hombres.
1512:6  136:3.2 Después de su bautismo, consagró estos cuarenta días a adaptarse a los cambios de relaciones con el mundo y el universo, ocasionados por la personalización de su Ajustador. Durante su aislamiento en las colinas de Perea, Jesús determinó la política a seguir y los métodos que emplearía en la nueva fase modificada de la vida terrenal que estaba a punto de inaugurar.
1512:7  136:3.3 Jesús no efectuó este retiro para ayunar ni tampoco para afligir su alma. No era un asceta, y había venido para destruir definitivamente todas estas ideas sobre cómo acercarse a Dios. Sus razones para buscar esta soledad eran totalmente diferentes de las que habían motivado a Moisés y a Elías, e incluso a Juan el Bautista. Jesús estaba entonces plenamente consciente de sus relaciones con el universo creado por él, así como con el universo de universos supervisado por el Padre del Paraíso, su Padre celestial. Ahora recordaba plenamente su misión de donación y las instrucciones que le diera su hermano mayor Manuel antes de empezar su encarnación en Urantia. Ahora comprendía clara y plenamente todas estas vastas relaciones y deseaba encontrarse a solas durante un período de meditación tranquila, para poder elaborar los planes y decidir el procedimiento a seguir en la continuación de su obra pública a favor de este mundo y de todos los demás mundos de su universo local.

1513:1  136:3.4 Mientras deambulaba por las colinas en busca de un refugio apropiado, Jesús se encontró con el jefe ejecutivo de su universo, Gabriel, la Brillante Estrella de la Mañana de Nebadon. Gabriel restableció ahora sus comunicaciones personales con el Hijo Creador del universo; era su primer contacto directo desde que Miguel se despidió de sus asociados en Salvington para ir a Edentia con objeto de prepararse para su donación en Urantia. Siguiendo las instrucciones de Manuel, y autorizado por los Ancianos de los Días de Uversa, Gabriel mostró ahora a Jesús la información que indicaba que la experiencia de su donación en Urantia estaba prácticamente terminada en lo referente a la adquisición de la soberanía perfeccionada de su universo, y el final de la rebelión de Lucifer. Lo primero lo había conseguido el día de su bautismo, cuando la personalización de su Ajustador demostró la perfección y plenitud de su donación en la similitud de la carne mortal, y lo segundo se volvió un hecho histórico el día que descendió del Monte Hermón para reunirse con el joven Tiglat que lo esperaba. Jesús recibió ahora la noticia, proveniente de la autoridad más alta del universo local y del superuniverso, de que su obra donadora había terminado en lo que afectaba a su estado personal en relación con la soberanía y la rebelión. Ya había recibido esta garantía directamente del Paraíso, en su visión bautismal y en el fenómeno de la personalización de su Ajustador del Pensamiento interior.
1513:2  136:3.5 Mientras se demoraba en la montaña conversando con Gabriel, el Padre de Edentia, de la Constelación, apareció en persona ante Jesús y Gabriel y dijo: "Los registros han finalizado. La soberanía del Miguel nº 611.121 sobre su universo de Nebadon descansa consumada a la diestra del Padre Universal. Te libero de tu donación de parte de Manuel, tu hermano y patrocinador de tu encarnación en Urantia. Eres libre de dar por terminada tu donación de encarnación ahora o en cualquier otro momento, de la manera que tú mismo escojas, ascender a la diestra de tu Padre, recibir tu soberanía y asumir el gobierno incondicional bien merecido de todo Nebadon. También doy fe de que por autorización de los Ancianos de los Días, se han completado las formalidades superuniversales relacionadas con la terminación de toda rebelión pecaminosa en tu universo; se te ha otorgado una autoridad plena e ilimitada para intervenir en cualquier posible sublevación de este tipo en el futuro. Tu obra en Urantia y en la carne de una criatura mortal está formalmente terminada. De ahora en adelante, todo lo que hagas dependerá de tu propia elección".
1513:3  136:3.6 Cuando el Altísimo Padre de Edentia se hubo despedido, Jesús conversó largo rato con Gabriel sobre el bienestar del universo y, al enviar sus saludos a Manuel, le aseguró que en la obra que estaba por emprender en Urantia, siempre recordaría los consejos recibidos en Salvington antes de comenzar su misión donadora.
1514:1  136:3.7 Durante estos cuarenta días de aislamiento, Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, estuvieron ocupados buscando a Jesús. Muchas veces estuvieron a poca distancia del lugar donde moraba, pero nunca llegaron a encontrarlo.

 


previo      continuo