ÍNDICE
previo      continuo
El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 139

Los DOCE APÓSTOLES

 

1. ANDRÉS, EL PRIMER ESCOGIDO

1548:5  139:1.1 Andrés, el presidente del cuerpo apostólico del reino, nació en Cafarnaum. Era el hijo mayor de una familia de cinco: él mismo, su hermano Simón y tres hermanas. Su padre, ya fallecido, había sido socio de Zebedeo en un negocio de desecación de pescado en Betsaida, el puerto pesquero de Cafarnaum. Cuando se convirtió en apóstol, Andrés era soltero pero vivía en casa de su hermano casado, Simón Pedro. Ambos eran pescadores y socios de Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo.
1548:6  139:1.2 Cuando fue escogido como apóstol en el año 26, Andrés tenía 33 años, un año entero más que Jesús, y era el mayor de los apóstoles. Provenía de una excelente línea de antepasados y era el más capaz de los doce. A excepción de la oratoria, era igual a sus compañeros en casi todas las aptitudes imaginables. Jesús nunca le puso a Andrés un apodo, una designación fraternal. Pero al igual que los apóstoles pronto empezaron a llamar Maestro a Jesús, también designaron a Andrés con un nombre que equivalía a Jefe.

1549:1  139:1.3 Andrés era un buen organizador y un administrador aún mejor. Era uno de los cuatro apóstoles que formaban parte del círculo íntimo, pero al ser nombrado por Jesús como jefe del grupo apostólico, tenía que permanecer en su puesto con sus hermanos mientras que los otros tres disfrutaban de una comunión muy estrecha con el Maestro. Andrés siguió siendo el decano del cuerpo apostólico hasta el final.
1549:2  139:1.4 Aunque Andrés no fue nunca un predicador eficaz, era un trabajador personal eficiente; era el misionero pionero del reino, en el sentido de que al ser el primer apóstol escogido, llevó inmediatamente ante Jesús a su hermano Simón, el cual se convirtió posteriormente en uno de los mejores predicadores del reino. Andrés fue el defensor principal de la política de Jesús consistente en utilizar el programa del trabajo personal como un medio para educar a los doce como mensajeros del reino.
1549:3  139:1.5 Si Jesús enseñaba a los apóstoles en privado o predicaba a las multitudes, Andrés conocía generalmente lo que estaba ocurriendo; era un ejecutivo inteligente y un administrador eficaz. Tomaba decisiones inmediatas en todos los asuntos que le comunicaban, salvo cuando estimaba que el problema sobrepasaba el ámbito de su autoridad, en cuyo caso lo consultaba directamente a Jesús.

1549:4  139:1.6 Andrés y Pedro tenían un carácter y un temperamento muy distintos, pero hay que indicar eternamente en su favor que se llevaban maravillosamente bien. Andrés nunca tuvo celos de la capacidad oratoria de Pedro. Pocas veces se verá a un hombre de más edad del tipo de Andrés ejercer una influencia tan profunda sobre un hermano más joven y talentoso. Andrés y Pedro nunca parecían estar celosos, en lo más mínimo, de las aptitudes o de los éxitos del otro. Avanzada la noche del día de Pentecostés, cuando dos mil almas fueron añadidas al reino a causa principalmente de la predicación enérgica e inspiradora de Pedro, Andrés le dijo a su hermano: "Yo no podría haberlo hecho, pero estoy contento de tener un hermano que sí puede hacerlo." A lo cual Pedro respondió: "Si tú no me hubieras traído hasta el Maestro, y sin tu perseverancia para mantenerme a su lado, yo no hubiera estado aquí para hacerlo." Andrés y Pedro eran las excepciones a la regla, una prueba de que incluso los hermanos pueden convivir pacíficamente y trabajar juntos con eficacia.
1549:5  139:1.7 Después de Pentecostés, Pedro fue famoso, pero a Andrés el mayor nunca le irritó pasar el resto de su vida siendo presentado como "el hermano de Simón Pedro".

1549:6  139:1.8 De todos los apóstoles, Andrés era el que mejor juzgaba a los hombres. Sabía que en el corazón de Judas Iscariote se estaban fraguando problemas antes de que ninguno de los otros sospechara que algo iba mal en el tesorero; pero no le habló a nadie de sus temores. El gran servicio que Andrés hizo por el reino consistió en aconsejar a Pedro, Santiago y Juan sobre la elección de los primeros misioneros que se enviaron para proclamar el evangelio, y también en asesorar estos primeros dirigentes sobre la organización de los asuntos administrativos del reino. Andrés tenía un don especial para descubrir los recursos ocultos y los talentos latentes de los jóvenes.
1549:7  139:1.9 Poco después de la ascensión de Jesús a las alturas, Andrés empezó a escribir un relato personal de muchos de los dichos y hechos de su difunto Maestro. Después de la muerte de Andrés se hicieron otras copias de este relato privado, que circularon libremente entre los primeros educadores de la iglesia cristiana. Estas notas provisionales de Andrés fueron posteriormente corregidas, enmendadas, alteradas y aumentadas hasta convertirse en una narración bastante consecutiva de la vida del Maestro en la tierra. La última de estas pocas copias alteradas y enmendadas fue destruida por el fuego en Alejandría, unos cien años después de que el original hubiera sido escrito por el primer escogido de los doce apóstoles.
1550:1  139:1.10 Andrés era un hombre de perspicacia clara, de pensamiento lógico y de decisión firme; la gran fuerza de su carácter residía en su magnífica estabilidad. La desventaja de su temperamento era su falta de entusiasmo; muchas veces omitía animar a sus compañeros con alabanzas juiciosas. Esta reticencia a elogiar las habilidades meritorias de sus amigos provenía de su odio por la adulación y la hipocresía. Andrés era uno de esos hombres de empresas modestas, experto, de humor estable, que se ha formado por su propio esfuerzo y que consigue el éxito.

1550:2  139:1.11 Todos los apóstoles amaban a Jesús, pero es verdad que cada uno de los doce se sentía atraído por él debido a una característica determinada de su personalidad que ejercía una atracción especial sobre ese apóstol en particular. Andrés admiraba a Jesús a causa de su constante sinceridad, de su dignidad sin afectación. Una vez que los hombres conocían a Jesús, sentían la necesidad de compartirlo con sus amigos; deseaban realmente que todo el mundo lo conociera.

1550:3  139:1.12 Cuando las persecuciones posteriores dispersaron finalmente a los apóstoles fuera de Jerusalén, Andrés viajó por Armenia, Asia Menor y Macedonia; después de atraer a miles de almas al reino, fue finalmente detenido y crucificado en Patras, en Acaya. Este hombre robusto pasó dos días enteros en la cruz antes de expirar, y durante esas horas trágicas continuó proclamando eficazmente la buena nueva de la salvación del reino de los cielos.

 

previo      continuo