ÍNDICEEl libro de Urantia Edición1999
ESCRITO 144 EN EL GILBOA Y LA DECÁPOLIS
2. EL DISCURSO SOBRE LA ORACIÓN
1618:5 144:2.1 "En verdad, Juan os ha enseñado una forma sencilla de oración: `¡Oh Padre, límpianos del pecado, muéstranos tu gloria, revélanos tu amor y deja que tu espíritu santifique para siempre nuestro corazón. Amén!' Enseñó esta oración para que tuvierais algo que enseñar a las multitudes. No era su intención que utilizárais esta súplica establecida y formal como expresión de vuestra propia alma en oración.
1618:6 144:2.2 "La oración es una expresión enteramente personal y espontánea de la actitud del alma hacia el espíritu; la oración debería ser la comunión de la filiación y la expresión de la hermandad. Cuando la oración es dictada por el espíritu, conduce al progreso espiritual cooperativo. La oración ideal es una forma de comunión espiritual que conduce a la adoración inteligente. La verdadera oración es la actitud sincera de tender la mano hacia el cielo para conseguir vuestros ideales.
1619:1 144:2.3 "La oración es el aliento del alma y debería induciros a perseverar en vuestro intento por descubrir la voluntad del Padre. Si cualquiera de vosotros tiene un vecino y vais a verle a media noche, diciéndole: `Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío que está de viaje ha venido a verme, y no tengo nada que ofrecerle'; y si vuestro vecino responde, `No me molestes, porque la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados; por eso no puedo levantarme para darte el pan', vosotros insistiréis explicándole que vuestro amigo tiene hambre, y que no teneis ninguna comida que ofrecerle. Os digo que si vuestro vecino no quiere levantarse para daros el pan por amistad hacia vosotros, se levantará a causa de vuestra importunidad y os dará tantos panes como necesitéis. Así pues, si la perseverancia obtiene incluso los favores del hombre mortal, cuánto más vuestra perseverancia en el espíritu conseguirá para vosotros el pan de la vida de las manos complacientes del Padre que está en los cielos. Os lo digo otra vez: Pedid y se os dará; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca encuentra; y al que llama a la puerta de la salvación se le abrirá.
1619:2 144:2.4 "¿Qué padre de entre vosotros, si su hijo le hace una petición imprudente, dudaría en darle según la sabiduría paternal, en lugar de hacerlo en los términos de la demanda errónea del hijo? Si el niño necesita pan, ¿le daréis una piedra simplemente porque la ha pedido tontamente? Si vuestro hijo necesita un pez, ¿le daréis una serpiente de agua simplemente porque ha aparecido una en la red con el pescado, y el niño la pide neciamente? Si vosotros, que sois mortales y finitos, sabéis cómo responder a las peticiones y dar a vuestros hijos unos dones buenos y apropiados, ¿cuánto más, vuestro Padre celestial, dará el espíritu y numerosas bendiciones adicionales a aquellos que se lo pidan? Los hombres deberían orar siempre sin dejarse desanimar.
1619:3 144:2.5 "Dejadme que os cuente la historia de cierto juez que vivía en una ciudad perversa. Este juez no temía a Dios ni tenía respeto por los hombres. Ahora bien, había en esta ciudad una viuda necesitada que iba contínuamente a la casa de este juez injusto, diciendo: `Protéjeme de mi adversario.' Durante algún tiempo no quiso prestarle atención, pero pronto se dijo para sus adentros: `Aunque no temo a Dios ni tengo consideración con los hombres, como esta viuda no deja de molestarme, la defenderé para que deje de cansarme con sus contínuas visitas.' Os cuento estas historias para animaros a perseverar en la oración, y no para daros a entender que vuestras súplicas modificarán al Padre justo y recto del cielo. En todo caso, vuestra insistencia no es para ganar el favor de Dios, sino para cambiar vuestra actitud terrestre y aumentar la capacidad de vuestra alma para recibir el espíritu.
1619:4 144:2.6 "Pero cuando oráis, empleáis tan poca fe. Una fe auténtica desplazará las montañas de dificultades materiales que puedan encontrarse en el sendero de la expansión del alma y del progreso espiritual."