ÍNDICEEl libro de Urantia Edición1999
ESCRITO 147 EL PARÉNTESIS DE LA VISITA A JERUSALÉN
1655:3 147:7.1 El lunes 3 de mayo, alrededor del mediodía, Jesús y los doce llegaron en barco a Betsaida, procedentes de Tariquea. Viajaron en barco para eludir a los que los acompañaban. Pero al día siguiente, todos ellos, incluyendo a los espías oficiales de Jerusalén, habían encontrado de nuevo a Jesús.
1655:4 147:7.2 El martes por la tarde, Jesús estaba dirigiendo una de sus clases habituales de preguntas y respuestas, cuando el jefe de los seis espías le dijo: "Hoy estaba hablando con uno de los discípulos de Juan, que está aquí asistiendo a tu enseñanza, y no acertábamos a comprender por qué nunca ordenas a tus discípulos que ayunen y recen, como nosotros los fariseos ayunamos, y como Juan lo mandó a sus discípulos." Refiriéndose a una declaración de Juan, Jesús respondió a este inquiridor: "¿Acaso ayunan los pajes de honor cuando el novio está con ellos? Mientras el novio permanece con ellos, difícilmente pueden ayunar. Pero se acerca la hora en que el novio será apartado de allí, y entonces los pajes de honor ayunarán y orarán indudablemente. La oración es algo natural para los hijos de la luz, pero el ayuno no forma parte del evangelio del reino de los cielos. Recordad que un sastre sabio no cose un trozo de tela nueva y sin encoger en un vestido viejo, por temor a que cuando se moje, encoja, y produzca un desgarrón aun mayor. Los hombres tampoco ponen el vino nuevo en odres viejos, para que el vino nuevo no reviente los odres y se pierdan tanto el vino como los odres. El hombre sabio pone el vino nuevo en odres nuevos. Por eso mis discípulos muestran sabiduría al no incorporar demasiadas cosas del viejo orden en la nueva enseñanza del evangelio del reino. Vosotros, que habéis perdido a vuestro instructor, podéis estar justificados si ayunáis durante un tiempo. El ayuno puede ser una parte apropiada de la ley de Moisés, pero en el reino venidero, los hijos de Dios estarán liberados del miedo y experimentarán la alegría en el espíritu divino." Cuando escucharon estas palabras, los discípulos de Juan se sintieron confortados mientras que los fariseos, por su parte, se quedaron aun más confundidos.
1656:1 147:7.3 El Maestro procedió entonces a prevenir a sus oyentes contra el mantenimiento de la idea de que todas las antiguas enseñanzas tenían que ser totalmente reemplazadas por las nuevas doctrinas. Jesús dijo: "Lo que es antiguo, pero también verdadero, debe permanecer. De la misma manera, lo que es nuevo, pero falso, debe ser rechazado. Tened la fe y el valor de aceptar lo que es nuevo y también verdadero. Recordad que está escrito: `No abandonéis a un viejo amigo, porque el nuevo no es comparable con él. Un amigo nuevo es como el vino nuevo; si se vuelve viejo, lo beberéis con alegría.'"