ÍNDICEEl libro de Urantia Edición1999
ESCRITO 148 LA PREPARACIÓN DE Los EVANGELISTAS EN BETSAIDA
5. LA FINALIDAD DE LA AFLICCIÓN
1661:3 148:5.1 En otra de estas entrevistas privadas en el jardín, Natanael le preguntó a Jesús: "Maestro, aunque empiezo a comprender por qué rehúsas practicar la curación de manera indiscriminada, aún no logro comprender por qué el Padre amoroso que está en los cielos permite que tantos hijos suyos de la tierra sufran tantas aflicciones." El Maestro respondió a Natanael, diciendo:
1661:4 148:5.2 "Natanael, tú y otras muchas personas estáis así de perplejos porque no comprendéis que el orden natural de este mundo ha sido alterado muchas veces a causa de las aventuras pecaminosas de ciertos traidores rebeldes a la voluntad del Padre. Yo he venido para empezar a poner orden en estas cosas. Pero se necesitarán muchos siglos para devolver esta parte del universo a su antigua conducta y liberar así a los hijos de los hombres de las cargas adicionales del pecado y de la rebelión. La sola presencia del mal es un test suficiente para la ascensión del hombre —el pecado no es esencial para la supervivencia.
1661:5 148:5.3 "Pero hijo mío, deberías saber que el Padre no aflige deliberadamente a sus hijos. El hombre atrae sobre sí mismo aflicciones innecesarias como resultado de su negativa persistente a caminar en los senderos mejores de la voluntad divina. La aflicción está en potencia en el mal, pero una gran parte de ella ha sido producida por el pecado y la iniquidad. En este mundo han tenido lugar muchos acontecimientos insólitos, y no es de extrañar que todos los hombres que reflexionan se queden perplejos ante las escenas de sufrimiento y de aflicción que contemplan. Pero puedes estar seguro de una cosa: el Padre no envía la aflicción como un castigo arbitrario por haber obrado mal. Las imperfecciones y los obstáculos del mal son inherentes; los castigos del pecado son inevitables; las consecuencias destructivas de la iniquidad son inexorables. El hombre no debería acusar a Dios por las calamidades que son el resultado natural de la vida que ha escogido vivir; el hombre tampoco debería quejarse de las experiencias que forman parte de la vida, tal como ésta se vive en este mundo. Es voluntad del Padre que el hombre mortal trabaje con perseverancia y firmeza para mejorar su condición en la tierra. La aplicación inteligente debería capacitar al hombre para superar una gran parte de su miseria terrestre.
1662:1 148:5.4 "Natanael, nuestra misión consiste en ayudar a los hombres a resolver sus problemas espirituales y, de esta manera, vivificar su mente para que se encuentren lo mejor preparados e inspirados para intentar resolver sus múltiples problemas materiales. Sé que estás confundido después de haber leído las Escrituras. La tendencia de atribuir a Dios la responsabilidad de todo lo que el hombre ignorante no logra comprender ha prevalecido demasiado a menudo. El Padre no es personalmente responsable de todo lo que no podáis comprender. No dudes del amor del Padre simplemente porque te aflija alguna ley justa y sabia decretada por él, porque has transgredido inocente o deliberadamente ese mandato divino.
1662:2 148:5.5 "Pero Natanael, hay muchas cosas en las Escrituras que podrían haberte instruído si las hubieras leído con discernimiento. ¿No recuerdas que está escrito: `Hijo mio, no desprecies el castigo del Señor, ni te canses de su reprimenda, porque el Señor corrige al que ama, como un padre corrige al hijo en quien tiene su complacencia.' `El Señor no aflige de buena gana.' `Antes de estar afligido me había desviado, pero ahora cumplo la ley. La aflicción ha sido buena para mí, pues me ha permitido aprender los estatutos divinos.' `Conozco vuestros pesares. El Dios eterno es vuestro refugio, y por debajo se encuentran los brazos eternos.' `El Señor es también un refugio para los oprimidos, un puerto de descanso en los momentos de confusión.' `El Señor lo fortalecerá en el lecho de la aflicción; el Señor no olvidará a los enfermos.' `De la misma manera que un padre muestra compasión por sus hijos, el Señor se compadece de aquellos que le temen. Él conoce vuestro cuerpo; se acuerda de que sois polvo.' `Cura a los abatidos y venda sus heridas.' `Él es la esperanza del pobre, la fuerza del indigente en su desdicha, un refugio contra la tempestad y una sombra contra el calor sofocante.' `Da poder al extenuado y acrecienta las fuerzas de los que no tienen ninguna potencia.' `No quebrará la caña cascada, y no apagará el lino humeante.' `Cuando atraveséis las aguas de la aflicción, yo estaré con vosotros, y cuando los ríos de la adversidad os inunden, no os abandonaré.' `Él me ha enviado para vendar los corazones rotos, para proclamar la libertad a los cautivos y para consolar a todos los enlutados.' `El sufrimiento contiene la enmienda; la aflicción no nace del polvo?'"