ÍNDICE
previo      continuo
El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 149

LA SEGUNDA GIRA DE PREDICACIÓN

 

4. EL DESARROLLO DE LA GIRA DE PREDICACIÓN

1673:1  149:4.1 Jesús hizo muy poco trabajo público durante esta gira de predicación, pero dirigió muchas clases vespertinas para los creyentes en la mayoría de las ciudades y pueblos en los que residió ocasionalmente con Santiago y Juan. En una de estas sesiones vespertinas, uno de los evangelistas más jóvenes le hizo una pregunta a Jesús sobre la ira, y en su respuesta, el Maestro dijo entre otras cosas:

1673:2  149:4.2 "La ira es una manifestación material que representa, de una manera general, la medida en que la naturaleza espiritual no ha logrado dominar las naturalezas intelectual y física combinadas. La ira indica vuestra falta de amor fraternal tolerante, más vuestra falta de dignidad y de autocontrol. La ira merma la salud, envilece la mente, y obstaculiza al instructor espiritual del alma del hombre. ¿No habéis leído en las Escrituras que `la ira mata al hombre necio' y que el hombre `se desgarra a sí mismo en su ira'? ¿Que `el que es lento en encolerizarse posee una gran comprensión,' mientras que `el que se irrita fácilmente exalta la insensatez'? Todos sabéis que `una respuesta dulce desvía el furor,' y que `las palabras ásperas despiertan la cólera.' `La discreción difiere la cólera' mientras que `el que no controla su propio yo se parece a una ciudad sin defensa y sin murallas.' `La ira es cruel y la cólera es ultrajante.' `Los hombres airados incitan a la disputa, mientras que los furiosos multiplican sus transgresiones.' `No seáis ligeros de espíritu, porque la cólera reposa en el seno de los necios.'" Antes de terminar de hablar, Jesús dijo además: "Que vuestro corazón esté tan dominado por el amor, que vuestro guía espiritual tenga pocas dificultades para liberaros de la tendencia a dejaros llevar por esos arranques de ira animal que son incompatibles con el estado de filiación divina."

1673:3  149:4.3 En esta misma ocasión, el Maestro le habló al grupo sobre la conveniencia de poseer un carácter bien equilibrado. Reconoció que la mayoría de los hombres necesitaba consagrarse al dominio de alguna profesión, pero deploraba toda tendencia a la especialización excesiva, a volverse estrecho de ideas y limitado en las actividades de la vida. Llamó la atención sobre el hecho de que toda virtud, si es llevada al extremo, se puede convertir en un vicio. Jesús siempre predicó la moderación y enseñó la coherencia —el ajuste de los problemas de la vida en su debida proporción. Señaló que un exceso de compasión y de piedad puede degenerar en una grave inestabilidad emocional; que el entusiasmo puede llevar al fanatismo. Mencionó a uno de sus antiguos asociados, cuya imaginación lo había llevado a empresas visionarias e irrealizables. Al mismo tiempo, los previno contra los peligros de la monotonía de una mediocridad demasiado conservadora.
1673:4  149:4.4 Luego, Jesús discurrió sobre los peligros de la valentía y de la fe, de cómo estas cualidades a veces conducen a las almas irreflexivas a la temeridad y a la presunción. También mostró cómo la prudencia y la discreción, llevadas demasiado lejos, conducen a la cobardía y al fracaso. Exhortó a sus oyentes a que se esforzaran por ser originales, pero evitando toda tendencia a la excentricidad. Abogó por una simpatía desprovista de sentimentalismo, y por una piedad sin beatería. Enseñó un respeto libre del miedo y de la superstición.
1674:1  149:4.5 Lo que impresionaba a sus compañeros no era tanto lo que Jesús enseñaba sobre el carácter equilibrado, como el hecho de que su propia vida era una ilustración tan elocuente de su enseñanza. Vivió en medio de la tensión y de la tempestad, pero nunca vaciló. Sus enemigos le tendieron trampas contínuamente, pero nunca lo cogieron. Los sabios y los eruditos intentaron ponerle zancadillas, pero no tropezó. Procuraron enredarlo en discusiones, pero sus respuestas eran siempre esclarecedoras, dignas y definitivas. Cuando interrumpían sus discursos con múltiples preguntas, sus respuestas eran siempre significativas y concluyentes. Nunca recurrió a tácticas indignas para enfrentarse a la contínua presión de sus enemigos, que no dudaban en emplear todo tipo de mentiras, de injusticias y de iniquidades en sus ataques contra él.
1674:2  149:4.6 Aunque es verdad que muchos hombres y mujeres han de emplearse asíduamente en un oficio determinado para ganarse la vida, sin embargo es enteramente deseable que los seres humanos cultiven una amplia gama de conocimientos sobre la vida tal como se vive en la tierra. Las personas realmente educadas no se conforman con permanecer en la ignorancia sobre la vida y las actividades de sus semejantes.

 


previo      continuo