ÍNDICEEl libro de Urantia Edición1999
ESCRITO 155 LA HUIDA POR EL NORTE DE GALILEA
5. EL DISCURSO SOBRE LA VERDADERA RELIGIÓN
1728:3 155:5.1 Este discurso memorable sobre la religión, resumido y expuesto de nuevo en un lenguaje moderno, expresó las verdades siguientes:
1728:4 155:5.2 Aunque las religiones del mundo tienen un origen doble —natural y revelado— en todo momento se pueden encontrar, en cualquier pueblo, tres formas distintas de devoción religiosa. Estas tres manifestaciones del impulso religioso son:
1728:5 155:5.3 1. La religión primitiva. La propensión seminatural e instintiva a tener miedo de las energías misteriosas y a adorar las fuerzas superiores; es principalmente una religión de la naturaleza física, la religión del miedo.
1728:6 155:5.4 2. La religión de la civilización. Los conceptos y las prácticas religiosos progresivos de las razas que se civilizan —la religión de la mente— la teología intelectual basada en la autoridad de la tradición religiosa establecida.
1728:7 155:5.5 3. La verdadera religión —la religión de la revelación. La revelación de los valores sobrenaturales, un atisbo parcial de las realidades eternas, un vislumbre de la bondad y la belleza del carácter infinito del Padre que está en los cielos —la religión del espíritu tal como está demostrada en la experiencia humana.1729:1 155:5.6 El Maestro se negó a menospreciar la religión de los sentidos físicos y de los temores supersticiosos del hombre común, aunque deploró el hecho de que sobrevivieran tantos elementos de esta forma primitiva de adoración en las prácticas religiosas de las razas más inteligentes de la humanidad. Jesús indicó claramente que la gran diferencia entre la religión de la mente y la religión del espíritu reside en que, mientras la primera está sostenida por la autoridad eclesiástica, la segunda está enteramente basada en la experiencia humana.
1729:2 155:5.7 Luego, durante su hora de enseñanza, el Maestro continuó aclarando las verdades siguientes:
1729:3 155:5.8 Hasta que las razas se vuelvan sumamente inteligentes y más completamente civilizadas, seguirán existiendo muchas de esas ceremonias infantiles y supersticiosas que son tan características de las prácticas religiosas evolutivas de los pueblos primitivos y atrasados. Hasta que la raza humana no alcance el nivel de un reconocimiento más elevado y más general de las realidades de la experiencia espiritual, un gran número de hombres y mujeres continuarán mostrando su preferencia personal por esas religiones de autoridad que sólo requieren un asentimiento intelectual, en contraste con la religión del espíritu, que implica una participación activa de la mente y del alma en la aventura de la fe consistente en luchar con las realidades rigurosas de la experiencia humana progresiva.
1729:4 155:5.9 La aceptación de las religiones tradicionales de autoridad representa la salida fácil para el impulso que siente el hombre de intentar satisfacer las ansias de su naturaleza espiritual. Las religiones de autoridad, asentadas, cristalizadas y establecidas, proporcionan un refugio disponible donde el alma trastornada y angustiada del hombre puede huir cuando se siente abrumada por el miedo y atormentada por la incertidumbre. Como precio a pagar por las satisfacciones y las seguridades que proporciona, una religión así sólo exige a sus devotos un asentimiento pasivo y puramente intelectual.
1729:5 155:5.10 En la tierra vivirán durante mucho tiempo esos individuos tímidos, miedosos e indecisos que preferirán obtener de esta manera sus consuelos religiosos, aunque al ligar su suerte con las religiones de autoridad, comprometen la soberanía de su personalidad, degradan la dignidad de la autoestima, y renuncian por completo al derecho de participar en la más emocionante e inspiradora de todas las experiencias humanas posibles: la búsqueda personal de la verdad, el regocijo de afrontar los peligros del descubrimiento intelectual, la determinación de explorar las realidades de la experiencia religiosa personal, la satisfacción suprema de experimentar el triunfo personal de conseguir realmente la victoria de la fe espiritual sobre las dudas intelectuales, una victoria que se gana honradamente durante la aventura suprema de toda la existencia humana —el hombre a la búsqueda de Dios, por sí mismo y como tal hombre, y que lo encuentra.
1729:6 155:5.11 La religión del espíritu significa esfuerzo, lucha, conflicto, fe, determinación, amor, lealtad y progreso. La religión de la mente —la teología de la autoridad— exige pocos o ninguno de estos esfuerzos a sus creyentes formales. La tradición es un refugio seguro y un sendero fácil para las almas temerosas y sin entusiasmo que rehuyen instintivamente las luchas espirituales y las incertidumbres mentales que acompañan a esos viajes, en la fe, de aventuras atrevidas por los altos mares de la verdad inexplorada, en búsqueda de las orillas muy lejanas de las realidades espirituales, tal como éstas pueden ser descubiertas por la mente humana progresiva, y experimentadas por el alma humana en evolución.1729:7 155:5.12 Jesús continuó diciendo: "En Jerusalén, los jefes religiosos han formulado un sistema establecido de creencias intelectuales, una religión de autoridad, con las diversas doctrinas de sus instructores tradicionales y de los profetas de antaño. Todo ese tipo de religiones recurre principalmente a la mente. Ahora estamos a punto de entrar en un conflicto implacable con ese tipo de religión, puesto que muy pronto vamos a empezar a proclamar audazmente una nueva religión —una religión que no es una religión en el sentido que hoy se atribuye a esa palabra, una religión que apela principalmente al espíritu divino de mi Padre que reside en la mente del hombre; una religión que obtendrá su autoridad de los frutos de su aceptación, unos frutos que aparecerán con toda seguridad en la experiencia personal de todos los que se conviertan en creyentes reales y sinceros de las verdades de esta comunión espiritual superior."
1730:1 155:5.13 Señalando a cada uno de los veinticuatro y llamándolos por su nombre, Jesús dijo: "Y ahora, ¿quién de vosotros preferiría coger ese sendero fácil del conformismo a una religión establecida y fosilizada, como la que defienden los fariseos de Jerusalén, en lugar de sufrir las dificultades y persecuciones que acompañarán la misión de proclamar un camino mejor de salvación para los hombres, mientras obtenéis la satisfacción de descubrir, por vosotros mismos, las bellezas de las realidades de una experiencia viviente y personal de las verdades eternas y de las grandezas supremas del reino de los cielos? ¿Sois miedosos, blandos y buscáis la facilidad? ¿Tenéis miedo de confiar vuestro futuro entre las manos del Dios de la verdad, de quien sois hijos? ¿Desconfiáis del Padre, de quien sois hijos? ¿Vais a retroceder al sendero fácil de la certidumbre y de la estabilidad intelectual de la religión de autoridad tradicional, o vais a ceñiros para avanzar conmigo en el futuro incierto y agitado en el que proclamaremos las verdades nuevas de la religión del espíritu, el reino de los cielos en el corazón de los hombres?"
1730:2 155:5.14 Sus veinticuatro oyentes se pusieron todos de pie con la intención de anunciar su respuesta unánime y leal a este llamamiemto emotivo, uno de los pocos que Jesús les hizo nunca, pero él levantó la mano y los detuvo, diciendo: "Separaos ahora; que cada uno se quede a solas con el Padre, y encuentre allí la respuesta no emotiva a mi pregunta. Una vez que hayáis descubierto la actitud verdadera y sincera de vuestra alma, expresad esa respuesta de manera franca y audaz a mi Padre y vuestro Padre, cuya vida infinita de amor es el espíritu mismo de la religión que proclamamos."
1730:3 155:5.15 Los evangelistas y los apóstoles se separaron cada uno por su lado durante un corto período de tiempo. Tenían el espíritu elevado, la mente inspirada y las emociones poderosamente agitadas por las palabras de Jesús. Sin embargo, cuando Andrés los reunió, el Maestro se limitó a decir: "Reanudemos nuestro viaje. Vamos a Fenicia para quedarnos una temporada, y todos deberíais orar al Padre para que transforme vuestras emociones mentales y corporales en lealtades mentales superiores y en experiencias espirituales más satisfactorias."
1730:4 155:5.16 Los veinticuatro permanecieron silenciosos mientras bajaban por el camino, pero pronto empezaron a charlar entre ellos, y a las tres de la tarde ya no pudieron aguantar más. Se detuvieron, y Pedro se acercó a Jesús, diciendo: "Maestro, nos has dirigido palabras de vida y de verdad. Quisiéramos escuchar más; te rogamos que continúes hablándonos de estas materias."