ÍNDICEEl libro de Urantia Edición1999
ESCRITO 165 COMIENZA LA MISIÓN EN PEREA
1817:5 165:1.1 A mediados de enero, más de mil doscientas personas se habían reunido en Pella. Cuando Jesús residía en el campamento, enseñaba a esta multitud al menos una vez al día, y hablaba generalmente a las nueve de la mañana si la lluvia no se lo impedía. Pedro y los demás apóstoles enseñaban todas las tardes. Jesús reservaba las noches para las sesiones habituales de preguntas y respuestas con los doce y otros discípulos avanzados. Los grupos nocturnos tenían un promedio de unas cincuenta personas.
1817:6 165:1.2 A mediados de marzo, momento en que Jesús inició su viaje hacia Jerusalén, más de cuatro mil personas componían la amplia audiencia que escuchaba cada mañana la predicación de Jesús o de Pedro. El Maestro decidió finalizar su obra en la tierra cuando el interés por su mensaje había llegado a un alto grado, al punto más elevado que había alcanzado durante esta segunda fase del progreso del reino, una fase desprovista de milagros. Aunque tres cuartas partes de la multitud eran buscadores de la verdad, también estaba presente un gran número de fariseos de Jerusalén y de otros lugares, así como numerosos escépticos y sofistas.
1818:1 165:1.3 Jesús y los doce apóstoles consagraron mucho tiempo a la multitud congregada en el campamento de Pella. Los doce prestaron poca o ninguna atención al trabajo de campaña, limitándose a salir con Jesús de vez en cuando para visitar a los asociados de Abner. Abner conocía muy bien la comarca de Perea, puesto que era la zona donde su maestro anterior, Juan el Bautista, había realizado la mayor parte de su obra. Después de empezar la misión en Perea, Abner y los setenta no volvieron nunca más al campamento de Pella.