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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 176

EL MARTES POR LA NOCHE EN EL MONTE DE Los OLIVOS

 

4. EL REGRESO DE MIGUEL

1918:4  176:4.1 De todas las enseñanzas del Maestro, ninguna fase ha sido tan mal comprendida como su promesa de regresar algún día en persona a este mundo. No es de extrañar que Miguel estuviera interesado en regresar algún día al planeta donde había experimentado su séptima y última donación como mortal del reino. Es muy natural creer que Jesús de Nazaret, ahora gobernante soberano de un inmenso universo, esté interesado en regresar, no solamente una vez sino muchas veces, al mundo en el que vivió una vida tan excepcional y donde ganó finalmente para sí mismo el poder y la autoridad universales que el Padre le había otorgado de manera ilimitada. Urantia será eternamente una de las siete esferas de nacimiento de Miguel, en su proceso de ganar la soberanía de un universo.
1918:5  176:4.2 Jesús declaró en numerosas ocasiones y a muchas personas, su intención de regresar a este mundo. A medida que sus seguidores despertaban al hecho de que su Maestro no iba a ejercer su actividad como libertador temporal, y a medida que escuchaban sus predicciones sobre la destrucción de Jerusalén y la ruina de la nación judía, empezaron a asociar de la manera más natural su regreso prometido con estos acontecimientos catastróficos. Pero cuando los ejércitos romanos arrasaron los muros de Jerusalén, destruyeron el templo y dispersaron a los judíos de Judea, y el Maestro seguía sin revelarse con poder y gloria, sus seguidores empezaron a formular la creencia que acabó por asociar la segunda venida de Cristo con el final de la era, e incluso con el fin del mundo.
1918:6  176:4.3 Jesús prometió hacer dos cosas después de haber ascendido hacia el Padre, y una vez que todos los poderes en el cielo y en la tierra hubieran sido puestos entre sus manos. Primero, prometió enviar al mundo, en su lugar, a otro instructor, al Espíritu de la Verdad, y lo hizo el día de Pentecostés. Y segundo, prometió con toda seguridad a sus seguidores que algún día regresaría personalmente a este mundo. Pero no dijo cómo, dónde ni cuándo volvería a visitar este planeta donde había vivido su experiencia donadora en la carne. En una ocasión insinuó que, como los ojos de la carne lo habían contemplado mientras vivía aquí, a su regreso (al menos en una de sus posibles visitas) sólo sería percibido por el ojo de la fe espiritual.
1919:1  176:4.4 Muchos de nosotros tienden a creer que Jesús regresará muchas veces a Urantia durante las eras por venir. No tenemos su promesa expresa de que hará estas múltiples visitas, pero parece muy probable que aquel que lleva entre sus títulos universales el de Príncipe Planetario de Urantia, visitará muchas veces el mundo cuya conquista le ha conferido este título tan excepcional.
1919:2  176:4.5 Creemos firmemente que Miguel volverá en persona a Urantia, pero no tenemos la menor idea de cuándo o de qué manera elegirá hacerlo. Su segunda venida a la tierra ¿se calculará para que ocurra en conexión con el juicio final de la era presente, con o sin la aparición concomitante de un Hijo Magistral? ¿Vendrá en conexión con el final de alguna era urantiana posterior? ¿Vendrá sin anunciarse y como un acontecimiento aislado? No lo sabemos. Sólo estamos seguros de una cosa, y es que cuando regrese, probablemente todo el mundo lo sabrá, porque deberá venir como jefe supremo de un universo, y no como el oscuro recién nacido de Belén. Pero si todos los ojos han de contemplarlo, y si sólo los ojos espirituales podrán discernir su presencia, entonces su venida deberá retrasarse durante mucho tiempo.
1919:3  176:4.6 Por lo tanto, haríais bien en no asociar el regreso personal del Maestro a la tierra con ningún acontecimiento previsto y con ninguna época determinada. Sólo estamos seguros de una cosa: Ha prometido que volverá. No tenemos ninguna idea de cuándo cumplirá esta promesa ni en relación con qué acontecimiento. Que nosotros sepamos, puede aparecer en la tierra en cualquier momento, y puede no venir hasta que hayan pasado unas eras tras otras y hayan sido debidamente juzgadas por sus Hijos asociados del cuerpo del Paraíso.
1919:4  176:4.7 La segunda venida de Miguel a la tierra es un acontecimiento con un enorme valor sentimental, tanto para los medianos como para los humanos; pero por otra parte, no tiene una importancia inmediata para los medianos, ni más importancia práctica para los seres humanos que el acontecimiento común de la muerte natural, la cual precipita repentinamente al hombre mortal en la influencia inmediata de esa sucesión de acontecimientos universales que le conducen directamente a la presencia de este mismo Jesús, el gobernante soberano de nuestro universo. Todos los hijos de la luz están destinados a verlo, y no tiene ninguna importancia que nosotros vayamos hacia él o que se dé la circunstancia de que él venga primero hacia nosotros. Estad pues siempre dispuestos a acogerlo en la tierra, tal como él está dispuesto a acogeros en el cielo. Esperamos con confianza su gloriosa aparición, e incluso sus repetidas visitas, pero ignoramos por completo cuándo, cómo, o en relación con qué acontecimiento está destinado a aparecer.

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