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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 194

LA DONACIÓN DEL ESPÍRITU DE LA VERDAD

 

2. EL SIGNIFICADO DE PENTECOSTÉS

2060:6  194:2.1 Jesús vivió en la tierra y enseñó un evangelio que liberaba al hombre de la superstición de que era un hijo del demonio, y lo elevaba a la dignidad de un hijo de Dios por la fe. El mensaje de Jesús, tal como lo predicó y lo vivió en su día, fue una solución eficaz para las dificultades espirituales del hombre en la época en que fue expuesto. Y ahora que el Maestro se ha ido personalmente de este mundo, envía en su lugar a su Espíritu de la Verdad, que está destinado a vivir en el hombre y a exponer de nuevo el mensaje de Jesús para cada nueva generación. Así, cada nuevo grupo de mortales que aparezca sobre la faz de la tierra tendrá una versión nueva y actualizada del evangelio, precísamente esa iluminación personal y esa guía colectiva que resultará ser una solución eficaz para las dificultades espirituales, siempre nuevas y variadas, del hombre.

2060:7  194:2.2 La primera misión de este espíritu es, por supuesto, fomentar y personalizar la verdad, porque la comprensión de la verdad es lo que constituye la forma más elevada de libertad humana. A continuación, la finalidad de este espíritu es destruir el sentimiento de orfandad del creyente. Como Jesús había estado entre los hombres, todos los creyentes experimentarían un sentimiento de soledad si el Espíritu de la Verdad no hubiera venido a residir en el corazón de los hombres.
2061:1  194:2.3 Esta donación del espíritu del Hijo preparó eficazmente la mente de todos los hombres normales para la donación universal posterior del espíritu del Padre (el Ajustador) a toda la humanidad. En cierto sentido, este Espíritu de la Verdad es el espíritu tanto del Padre Universal como del Hijo Creador.
2061:2  194:2.4 No cometáis el error de esperar que llegaréis a tener una fuerte conciencia intelectual del Espíritu de la Verdad derramado. El espíritu nunca crea una conciencia de sí mismo, sino sólo una conciencia de Miguel, el Hijo. Desde el principio, Jesús enseñó que el espíritu no hablaría de sí mismo. Por consiguiente, la prueba de vuestra comunión con el Espíritu de la Verdad no se puede encontrar en vuestra conciencia de este espíritu, sino más bien en vuestra experiencia de una elevada comunión con Miguel.
2061:3  194:2.5 El espíritu vino también para ayudar a los hombres a recordar y a comprender las palabras del Maestro, así como para iluminar y reinterpretar su vida en la tierra.
2061:4  194:2.6 A continuación, el Espíritu de la Verdad vino para ayudar al creyente a dar fe de las realidades de las enseñanzas de Jesús y de su vida tal como la vivió en la carne, y tal como la vive ahora de nuevo una y otra vez en el creyente individual de cada generación sucesiva de hijos de Dios henchidos de espíritu.
2061:5  194:2.7 Así pues, parece ser que el Espíritu de la Verdad viene para conducir realmente a todos los creyentes a toda la verdad, al conocimiento en expansión de la experiencia de la conciencia espiritual, viviente y creciente, de la realidad de la filiación eterna y ascendente con Dios.

2061:6  194:2.8 Jesús vivió una vida que es una revelación del hombre sometido a la voluntad del Padre, y no un ejemplo que cada hombre deba intentar seguir al pie de la letra. Su vida en la carne, junto con su muerte en la cruz y su resurrección posterior, pronto se convirtieron en un nuevo evangelio del rescate que se había pagado así a fin de recuperar al hombre de las garras del maligno —de la condenación de un Dios ofendido. Sin embargo, aunque el evangelio fue enormemente distorsionado, sigue siendo un hecho que este nuevo mensaje acerca de Jesús llevaba consigo muchas verdades y enseñanzas fundamentales de su evangelio inicial del reino. Tarde o temprano, estas verdades ocultas de la paternidad de Dios y de la fraternidad de los hombres emergerán para transformar eficazmente la civilización de toda la humanidad.
2061:7  194:2.9 Pero estos errores del intelecto no interfirieron de ninguna manera con los grandes progresos de los creyentes en crecimiento espiritual. En menos de un mes, después de la donación del Espíritu de la Verdad, los apóstoles hicieron individualmente más progresos espirituales que durante sus casi cuatro años de asociación personal y afectuosa con el Maestro. Esta sustitución de la verdad del evangelio salvador de la filiación con Dios por el hecho de la resurrección de Jesús, tampoco impidió de ninguna manera la rápida difusión de sus enseñanzas; al contrario, el hecho de que el mensaje de Jesús fuera eclipsado por las nuevas enseñanzas sobre su persona y su resurrección, pareció facilitar enormemente la predicación de la buena nueva.

2061:8  194:2.10 La expresión "bautismo de espíritu", que empezó a emplearse de manera tan generalizada hacia esta época, significaba simplemente la recepción consciente de este don del Espíritu de la Verdad, y el reconocimiento personal de este nuevo poder espiritual como un acrecentamiento de todas las influencias espirituales experimentadas previamente por las almas que conocían a Dios.

2062:1  194:2.11 Desde la donación del Espíritu de la Verdad, el hombre está sujeto a la enseñanza y a la guía de una triple dotación espiritual: el espíritu del Padre (el Ajustador del Pensamiento), el espíritu del Hijo (el Espíritu de la Verdad), y el espíritu del Espíritu (el Espíritu Santo).
2062:2  194:2.12 En cierto modo, la humanidad está sujeta a la doble influencia del séptuple llamamiento de las influencias espirituales del universo. Las primeras razas evolutivas de mortales están sometidas al contacto progresivo con los siete espíritus ayudantes de la mente procedentes del Espíritu Madre del universo local. A medida que el hombre progresa hacia arriba en la escala de la inteligencia y de la percepción espiritual, siete influencias espirituales superiores vienen finalmente a cernirse sobre él y a residir dentro de él. Y estos siete espíritus de los mundos que progresan son:

2062:3  194:2.13 1. El espíritu otorgado por el Padre Universal —los Ajustadores del Pensamiento.
2062:4  194:2.14 2. La presencia espiritual del Hijo Eterno —la gravedad espiritual del universo de universos y el canal seguro para toda comunión espiritual.
2062:5  194:2.15 3. La presencia espiritual del Espíritu Infinito —la mente-espíritu universal de toda la creación, el origen espiritual del parentesco intelectual de todas las inteligencias progresivas.
2062:6  194:2.16 4. El espíritu del Padre Universal y del Hijo Creador —el Espíritu de la Verdad, considerado generalmente como el espíritu del Hijo del Universo.
2062:7  194:2.17 5. El espíritu del Espíritu Infinito y del Espíritu Madre del Universo —el Espíritu Santo, considerado generalmente como el espíritu del Espíritu del Universo.
2062:8  194:2.18 6. El espíritu-mente del Espíritu Madre del Universo —los siete espíritus ayudantes de la mente del universo local.
2062:9  194:2.19 7. El espíritu del Padre, de los Hijos y de los Espíritus —el espíritu con un nuevo nombre que llega a los mortales ascendentes de los reinos después de la fusión del alma mortal nacida del espíritu con el Ajustador del Pensamiento del Paraíso, y después de alcanzar posteriormente la divinidad y la glorificación de pertenecer al Cuerpo Paradisiaco de la Finalidad.

2062:10  194:2.20 Y así, la donación del Espíritu de la Verdad aportó al mundo y a sus pueblos la última dotación espiritual destinada a ayudarles en la búsqueda ascendente de Dios.

 

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