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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 195

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

 

1. LA INFLUENCIA DE Los GRIEGOS

2071:1  195:1.1 La helenización del cristianismo empezó realmente el día memorable en que el apóstol Pablo se presentó ante el consejo del Areópago de Atenas y habló a los atenienses sobre el "Dios Desconocido". Allí, a la sombra del Acrópolis, este ciudadano romano proclamó a aquellos griegos su versión de la nueva religión que había nacido en la tierra judía de Galilea. Había una extraña similitud entre la filosofía griega y muchas enseñanzas de Jesús. Tenían una meta común: las dos aspiraban al surgimiento del individuo. Los griegos, a su surgimiento social y político; Jesús, a su surgimiento moral y espiritual. Los griegos enseñaban el liberalismo intelectual que conducía a la libertad política; Jesús enseñaba el liberalismo espiritual que conducía a la libertad religiosa. Estas dos ideas reunidas formaban una nueva y poderosa carta constitucional para la libertad humana; presagiaban la libertad social, política y espiritual del hombre.
2071:2  195:1.2 El cristianismo surgió a la existencia y triunfó sobre todas las religiones rivales debido principalmente a dos factores:

2071:3  195:1.3 1. La mente griega estaba dispuesta a sacar ideas nuevas y buenas incluso de los judíos.
2071:4  195:1.4 2. Pablo y sus sucesores estaban dispuestos a hacer compromisos, y sabían hacerlo con astucia y sagacidad; eran unos negociadores perspicaces en materia teológica.

2071:5  195:1.5 Cuando Pablo se levantó en Atenas para predicar "Cristo y Aquel que fue crucificado", los griegos estaban espiritualmente hambrientos; eran investigadores, estaban interesados y buscaban realmente la verdad espiritual. No olvidéis nunca que al principio los romanos combatieron el cristianismo, mientras que los griegos lo abrazaron, y que fueron los griegos los que posteriormente forzaron literalmente a los romanos a aceptar esta nueva religión, tal como ya estaba modificada, como parte de la cultura griega.
2071:6  195:1.6 Los griegos veneraban la belleza y los judíos la santidad, pero los dos pueblos amaban la verdad. Durante siglos, los griegos habían examinado seriamente y discutido con sinceridad todos los problemas humanos —sociales, económicos, políticos y filosóficos— excepto la religión. Pocos griegos habían prestado mucha atención a la religión; ni siquiera tomaban muy en serio la suya propia. Durante siglos, los judíos habían descuidado estas otras esferas del pensamiento, consagrando su atención a la religión. Se tomaban muy en serio su religión, demasiado en serio. Iluminado por el contenido del mensaje de Jesús, el producto unificado de los siglos de pensamiento de estos dos pueblos se convirtió entonces en la fuerza motriz de un nuevo orden de sociedad humana y, hasta cierto punto, de un nuevo orden de creencias y de prácticas religiosas humanas.

2071:7  195:1.7 Cuando Alejandro propagó la civilización helenista por el Cercano Oriente, la influencia de la cultura griega ya había penetrado en los países del Mediterráneo occidental. A los griegos les fue muy bien con su religión y su política mientras vivieron en pequeñas ciudades-estado, pero cuando el rey de Macedonia se atrevió a expandir Grecia en un imperio que se extendía desde el Adriático hasta el Indo, los problemas empezaron. El arte y la filosofía de Grecia estaban completamente a la altura de la expansión imperial, pero no sucedía lo mismo con su administración política o su religión. Después de que las ciudades-estado de Grecia se expandieron en un imperio, sus dioses más bien parroquiales parecieron un poco raros. Los griegos estaban buscando realmente a un solo Dios, a un Dios más grande y mejor, cuando les llegó la versión cristianizada de la religión judía más antigua.
2072:1  195:1.8 El imperio heleno, como tal, no podía durar. Su influencia cultural continuó, pero solamente perduró después de adquirir de occidente el genio político romano para administrar un imperio, y después de obtener de oriente una religión cuyo Dios único poseía una dignidad imperial.
2072:2  195:1.9 La cultura helenista ya había alcanzado sus niveles más altos en el siglo primero después de Cristo; su retroceso había empezado; el conocimiento avanzaba, pero el genio declinaba. En este preciso momento fue cuando las ideas y los ideales de Jesús, que estaban parcialmente incorporados en el cristianismo, contribuyeron en parte a salvar la cultura y el conocimiento griegos.
2072:3  195:1.10 Alejandro había atacado oriente con el don cultural de la civilización griega; Pablo invadió occidente con la versión cristiana del evangelio de Jesús. Y el cristianismo helenizado echó raíces en todos los lugares de occidente donde prevaleció la cultura griega.

2072:4  195:1.11 Aunque la versión oriental del mensaje de Jesús permaneció más fiel a sus enseñanzas, continuó siguiendo la actitud intransigente de Abner. Nunca progresó como la versión helenizada, y acabó por perderse en el movimiento islámico.

 

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