ÍNDICEEl libro de Urantia Edición1999
ESCRITO 196 LA FE DE JESÚS
2090:2 196:1.1 La devoción de Jesús a la voluntad del Padre y al servicio del hombre era mucho más que una decisión como mortal y que una determinación humana; era una consagración total de sí mismo a esta donación ilimitada de amor. Por muy grande que sea el hecho de la soberanía de Miguel, no debéis apartar de los hombres al Jesús humano. El Maestro subió a los cielos no sólo como hombre, sino también como Dios; él pertenece a los hombres, y los hombres le pertenecen. ¡Es muy lamentable que la religión misma sea tan mal interpretada, que aparte al Jesús humano de los mortales que luchan! Que las discusiones sobre la humanidad o la divinidad de Cristo no oscurezcan la verdad salvadora de que Jesús de Nazaret fue un hombre religioso que consiguió, por la fe, conocer y hacer la voluntad de Dios; fue realmente el hombre más religioso que haya vivido jamás en Urantia.
2090:3 196:1.2 Los tiempos están maduros para presenciar la resurrección simbólica del Jesús humano, saliendo de la tumba de las tradiciones teológicas y los dogmas religiosos de diecinueve siglos. Jesús de Nazaret ya no debe ser sacrificado, ni siquiera por el espléndido concepto del Cristo glorificado. ¡Qué servicio trascendente prestaría la presente revelación si, a través de ella, el Hijo del Hombre fuera rescatado de la tumba de la teología tradicional, y fuera presentado como el Jesús vivo a la iglesia que lleva su nombre y a todas las demás religiones! La hermandad cristiana de creyentes no dudará seguramente en reajustar su fe y sus costumbres de vida para poder "seguir" al Maestro en la manifestación de su vida real de devoción religiosa a la tarea de hacer la voluntad de su Padre, y de consagración al servicio desinteresado de los hombres. ¿Temen los cristianos declarados que se ponga al descubierto a una hermandad autosuficiente y no consagrada, que tiene respetabilidad social y una inadaptación económica egoísta? ¿Teme el cristianismo institucional que la autoridad eclesiástica tradicional esté posiblemente en peligro, o incluso sea derrocada, si el Jesús de Galilea es reinstalado en la mente y el alma de los hombres mortales como el ideal de la vida religiosa personal? En verdad, los reajustes sociales, las transformaciones económicas, los rejuvenecimientos morales y las revisiones religiosas de la civilización cristiana serían drásticas y revolucionarias si la religión viviente de Jesús suplantara repentinamente a la religión teológica acerca de Jesús.2090:4 196:1.3 "Seguir a Jesús" significa compartir personalmente su fe religiosa y entrar en el espíritu de la vida del Maestro, consagrada al servicio desinteresado de los hombres. Una de las cosas más importantes de la vida humana consiste en averiguar lo que Jesús creía, en descubrir sus ideales, y en esforzarse por alcanzar el elevado objetivo de su vida. De todos los conocimientos humanos, el que posee mayor valor es el de conocer la vida religiosa de Jesús y la manera en que la vivió.
2090:5 196:1.4 La gente corriente escuchaba a Jesús con placer, y responderán de nuevo a la presentación de su vida humana sincera de motivación religiosa consagrada, si estas verdades se proclaman de nuevo en el mundo. La gente lo escuchaba con placer porque era uno de ellos, un laico sin pretensiones; el instructor religioso más grande del mundo fue en verdad un laico.
2091:1 196:1.5 Los creyentes en el reino no deberían tener el objetivo de imitar literalmente la vida exterior de Jesús en la carne, sino más bien de compartir su fe; confiar en Dios como él confiaba en Dios, y creer en los hombres como él creía en ellos. Jesús nunca discutió sobre la paternidad de Dios o la fraternidad de los hombres; él era una ilustración viviente de lo primero y una profunda demostración de lo segundo.
2091:2 196:1.6 Al igual que los hombres deben progresar desde la conciencia de lo humano hasta la comprensión de lo divino, Jesús se elevó desde la naturaleza del hombre hasta la conciencia de la naturaleza de Dios. Y el Maestro efectuó esta gran ascensión desde lo humano hasta lo divino mediante el logro conjunto de la fe de su intelecto mortal y los actos de su Ajustador interior. El hecho de llevar a cabo la conquista de la totalidad de su divinidad (siendo en todo momento plenamente consciente de la realidad de su humanidad) pasó por siete fases de conciencia, por la fe, de su divinización progresiva. Los siguientes acontecimientos extraordinarios marcaron estas fases de desarrollo progresivo de sí mismo en la experiencia donadora del Maestro:1. La llegada del Ajustador del Pensamiento.
2. El mensajero de Manuel que se le apareció en Jerusalén cuando tenía unos doce años.
3. Las manifestaciones que acompañaron a su bautismo.
4. Las experiencias en el Monte de la Transfiguración.
5. La resurrección morontial.
6. La ascensión en espíritu.
7. El abrazo final del Padre del Paraíso, que le confirió la soberanía ilimitada sobre su universo.