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EL MATRIMONIO Y LA VIDA FAMILIAR

2. LA FAMILIA Y EL HOGAR

Anotaciones bibliográficas de referencias selectas de El  libro de Urantia

( Las anotaciones fueron seleccionadas por Julia Fenderson)
Traducción elaborada por José manuel Rodríguez vargas, Grupo CORDESAES
Bogotá de Colombia
enero 2001

Contenidos:

1. INTRODUCCIÓN
2. LA FAMILIA Y EL HOGAR
3. LA GUARDERÍA DEL PERIODO DE PRUEBA
4. Los IDEALES DE LA VIDA FAMILIAR
5. LA CAPACITACIÓN ADÁNICA DE Los SERES ASCENDENTES
6. LA EVOLUCIÓN DEL MATRIMONIO
7. MATRIMONIO Y VIDA FAMILIAR
8. Los IDEALES DE LA VIDA FAMILIAR
9. Los PELIGROS DE LA AUTOGRATIFICACIÓN
10. Los ANGELES GUARDIANES
11. LA VIDA HOGAREÑA DE Los PRIMEROS AÑOS
12. EL AÑO DECIMOQUINTO
13. EL AÑO DECIMONOVENO
14. LA VIDA ADULTA DE JESÚS


2. LA FAMILIA Y EL HOGAR

1581§1 140:8.14 La familia ocupaba el centro mismo de la filosofía de la vida de Jesús aquí y en lo sucesivo. Las enseñanzas sobre Dios las basaba en la familia, tratando al mismo tiempo de corregir la tendencia judía de honrar excesivamente a los antepasados. Exaltaba la vida familiar como el deber más alto de la humanidad, pero decía claramente que las relaciones familiares no deben interferir con las obligaciones religiosas. Llamaba la atención sobre el hecho de que la familia es una institución temporal; que no sobrevive a la muerte. Jesús no vaciló en dejar a su familia cuando la familia fue en contra de la voluntad del Padre. Enseñó la nueva y más amplia hermandad del hombre la de los hijos de Dios.

939§3 84:6.8 El matrimonio es la madre de todas las instituciones humanas, puesto que conduce directamente al establecimiento y mantenimiento del hogar, que es la estructura básica de la sociedad. La familia está vinculada vitalmente al mecanismo del auto-mantenimiento; es la única esperanza de perpetuación de la raza bajo las costumbres establecidas de la civilización, mientras que al mismo tiempo provee eficazmente ciertas formas altamente satisfactorias de auto-gratificación. La familia es el logro puramente humano más elevado del hombre, puesto que combina la evolución de las relaciones biológicas de hombre y mujer con las relaciones sociales de marido y mujer.

913§1 82:0.1 El matrimonio -el emparejamiento- surge de la bisexualidad. El matrimonio es el ajuste por reacción del hombre a dicha bisexualidad, mientras que la vida familiar es la suma que resulta de todos los ajustes evolutivos y de adaptación. El matrimonio es duradero; no es inherente a la evolución biológica, pero constituye la base de toda evolución social y por consiguiente seguirá existiendo con toda seguridad en alguna forma. El matrimonio ha otorgado a la humanidad el hogar, y el hogar es la gloria coronadora de toda la larga y ardua lucha evolutiva.

1922§3 177:2.5 Por más de una hora Jesús y Juan continuaron esta conversación sobre la vida hogareña. El Maestro siguió explicándole a Juan cómo un niño depende totalmente de sus padres y de la vinculada vida hogareña para formar sus primeros conceptos de todo lo que sea intelectual, social, moral y aun espiritual, puesto que la familia representa para el niño pequeño todo lo que él puede conocer de primera intención en cuanto a las relaciones humanas o divinas. El niño deriva sus primeras impresiones del universo, de los cuidados de su madre; depende completamente del padre terrenal para sus primeras ideas sobre el Padre celestial. La vida subsiguiente del niño será feliz o infeliz, fácil o difícil, según haya sido su vida mental y emocional temprana, condicionada por estas relaciones sociales y espirituales del hogar. La vida entera de un ser humano está enormemente influida por lo que sucede durante los primeros pocos años de su existencia.

1389§5 126:3.2  Durante casi veinte años (hasta que comenzó su ministerio público) ningún padre pudo haber amado y educado a su hija más afectuosa y fielmente de lo que Jesús cuidó a la pequeña Rut. Fue un padre igualmente bueno para con los demás miembros de la familia.

941§1 84:7.20 Entre los salvajes antiguos, la disciplina de los hijos comenzaba muy pronto; el niño  muy pronto se daba cuenta de que la desobediencia significaba fracaso o aun la muerte, tal como sucedía entre los animales. Es el amparo que la civilización brinda al niño, la protección contra las consecuencias naturales de su conducta tonta, la que tanto contribuye a la insubordinación moderna.

941§2 84:7.21 Los niños esquimales florecen con tan poca disciplina y corrección, tan sólo porque son animalitos naturalmente dóciles; los hijos tanto de los hombres rojos como de los amarillos son casi igualmente dóciles. Pero en las razas que contienen la herencia andita, los niños no son tan plácidos; tienen más imaginación y sentido de la aventura y requieren mayor adiestramiento y disciplina. Los problemas modernos de la puericultura se vuelven cada vez más difíciles por:

1. El alto grado de mezcla de razas.

2. La educación artificial y superficial.

3. La imposibilidad de que la progenie se cultive imitando a los padres -éstos están ausentes del cuadro familiar demasiado tiempo.

941§6 84:7.25 Las viejas ideas de disciplina familiar eran biológicas; surgían de la comprensión de que los padres eran los creadores del hijo. Los ideales en avance de la vida familiar llevan al concepto de que traer al niño al mundo, en vez de impartir ciertos derechos al progenitor, comprende la responsabilidad suprema de la existencia humana.

941§7 84:7.26 La civilización considera que los padres se hacen cargo de todos los deberes mientras que el hijo tiene todos los derechos. El respeto del hijo por sus padres surge, no del conocimiento de la obligación implícita en la procreación, sino naturalmente del resultado del cuidado, adiestramiento y afecto otorgados con amor por los progenitores al ayudar al hijo a ganar la batalla de la vida. El verdadero padre cumple un continuo servicio-ministerio que el hijo sabio llega a reconocer y apreciar.

941§8 84:7.27 En la presente era industrial y urbana la institución del matrimonio se está desarrollando en un nuevo sentido económico. La vida familiar se ha vuelto más y más costosa, mientras que los hijos, que solían ser un activo, se han vuelto un pasivo económico. Pero la seguridad de la civilización misma aún descansa en el desarrollo de la disposición de una generación en invertir en el bienestar de las generaciones próximas y futuras. Todo intento de transferir la responsabilidad paterna al estado o a la iglesia tendrá resultados suicidas sobre el bienestar y avance de la civilización.

941§9 84:7.28 El matrimonio, con los hijos y con la consiguiente vida familiar, estimula los potenciales más elevados de la naturaleza humana y provee simultáneamente el camino ideal para la expresión de esos atributos acelerados de la personalidad mortal. La familia provee la perpetuación biológica de la especie humana. El hogar es la arena social natural en la que los niños en crecimiento pueden captar la ética de la hermandad de la sangre. La familia es la unidad fundamental de la fraternidad en la que padres e hijos aprenden esas lecciones de paciencia, altruismo, tolerancia, y indulgencia que son tan esenciales para la realización de la hermandad entre los hombres.

941§10 84:7.29 La sociedad humana mejorará mucho si las razas civilizadas revierten más ampliamente al hábito de los consejos de familias practicado por los anditas. Estos no mantenían una forma patriarcal o autocrática de gobierno familiar. Eran muy fraternales y asociativos, discutían libre y francamente toda propuesta y reglamentación de naturaleza familiar. Eran idealmente fraternales en todo su gobierno familiar. En una familia ideal el afecto filial y el afecto paterno aumentan mediante la devoción fraternal.

1394§1 126:5.12 Al concluir su decimoquinto año concluyó Jesús la peligrosa y difícil travesía de ese período intermedio de la vida humana, ese período de transición entre la despreocupación y complacencia de la niñez y la noción del advenimiento de la edad adulta con su carga de responsabilidades y oportunidades para la adquisición de la experiencia avanzada en el desarrollo de un carácter noble. Ya había concluido el período de crecimiento mental y físico; ahora comenzaría la verdadera carrera de este joven nazareno.

835§5 74:7.2 La socialización era el entero propósito del sistema escolar del oeste del Jardín. Los períodos matinales de recreo eran destinados a las prácticas hortícolas y agrícolas, los períodos vespertinos, a los juegos competitivos. Se aprovechaban las primeras horas de la noche para el trato social y el cultivo de las amistades personales. Se consideraba la preparación religiosa y sexual como incumbencia de la familia, el deber de los padres.

811§5 72:3.5 Los padres o tutores legítimos imparten toda la instrucción sexual en el hogar. Los maestros ofrecen la instrucción moral durante los descansos en los talleres de las escuelas, pero éste no es el caso de la preparación religiosa, la cual se estima que es privilegio exclusivo de los padres considerándose la religión como parte integral de la vida hogareña. La instrucción puramente religiosa se da públicamente, sólo en los templos de filosofía, ya que entre esta gente, no se han desarrollado instituciones exclusivamente religiosas, semejantes a las iglesias de Urantia. En su filosofía, la religión es el afán de conocer a Dios y de manifestar amor al prójimo sirviéndole, lo cual, sin embargo, no es propio del estado religioso de las otras naciones de este planeta. En este pueblo, la religión es un asunto que forma parte tan integral de la familia que no existen sitios públicos consagrados exclusivamente a la reunión religiosa. Políticamente, la iglesia y el estado, como suelen llamarles los habitantes de Urantia, están totalmente separados, no obstante, hay una extraña superposición entre la religión y la filosofía.

1922§4 177:2.6 Es nuestra creencia sincera que el evangelio contenido en las enseñanzas de Jesús, fundado como lo está en la relación padre-hijo, podrá difícilmente disfrutar de una aceptación mundial hasta el momento en que la vida hogareña de los pueblos modernos civilizados contenga más amor y más sabiduría. A pesar de que los padres del siglo veinte posean gran conocimiento y mayor verdad para mejorar el hogar y ennoblecer la vida hogareña, sigue siendo un hecho que muy pocos hogares modernos llegan a ser medios para la crianza de niños y niñas, tan buenos como lo fuera el hogar de Jesús en Galilea y el de Juan Marcos en Judea; sin embargo, la aceptación del evangelio de Jesús dará como resultado una mejora inmediata de la vida hogareña. La vida amorosa de un hogar sabio y la devoción leal de la verdadera religión ejercen una profunda influencia recíproca. Tal vida hogareña eleva la religión, y la religión genuina siempre glorifica el hogar.

1923§1 177:2.7 Es verdad que muchas de las influencias objetables y paralizantes y otras características obstaculizantes de estos antiguos hogares judíos han sido virtualmente eliminadas de muchos de los hogares modernos mejor regulados. Existe en efecto mayor libertad espontánea y mucha más libertad personal, pero esa libertad no está equilibrada por el amor, motivada por la lealtad, ni dirigida por la disciplina inteligente de la sabiduría. Hasta tanto enseñemos al niño a rezar, «Padre nuestro que estás en los cielos», recae sobre todos los padres terrenales una tremenda responsabilidad, la de vivir y ordenar sus hogares de manera tal que la palabra padre quede glorificada en la mente y en el corazón de todos los niños que están creciendo.

820§1 72:12.3 En virtud de un permiso extraordinario, se hace esta narración sobre los asuntos de un planeta vecino con ánimo de hacer progresar la civilización y de aumentar la evolución gubernamental en Urantia. Se podría narrar mucho más que, indudablemente, interesaría e intrigaría a los urantianos, pero esta divulgación agota los límites permitidos por nuestro mandato.

1328§4 120:2.7 «7. En todas tus acciones en el mundo de tu efusión, ten presente que estás viviendo una vida para instrucción y edificación de tu entero universo. Estás efundiendo esta vida de encarnación mortal sobre Urantia, pero debes vivir dicha vida para la inspiración espiritual de toda inteligencia humana y sobrehumana que vivió, ahora existe, o podrá aún vivir en cada uno de los mundos habitados que haya formado parte en el pasado, forme ahora o pueda formar parte en el futuro de la vasta galaxia de tu dominio administrativo. Tu vida terrestre en semejanza de carne mortal no será vivida para ejemplo de los mortales de Urantia durante los días de tu residencia en la tierra ni tampoco para cualquier generación subsiguiente de seres humanos en Urantia o de cualquier otro mundo. Más bien, tu vida urantiana en la carne será la inspiración para todos los seres de todos los mundos de Nebadón y por todas las generaciones en tiempos por venir.

516§2 45:6.4 Ningún mortal superviviente, ser intermedio o serafín puede ascender al Paraíso, lograr al Padre, y ser incorporado en el Cuerpo de Finalidad sin haber pasado por la experiencia sublime de lograr una relación paternal con un hijo en evolución de los mundos o alguna otra experiencia análoga y equivalente. La relación entre el hijo y el padre es fundamental en el concepto esencial del Padre Universal y de sus hijos del universo. Por lo tanto dicha experiencia es indispensable para la capacitación vivencial de todos los seres ascendentes.

516§3 45:6.5 Los seres intermedios ascendentes y los serafines evolutivos deben pasar a través de esta experiencia de paternidad en colaboración con los Hijos e Hijas Materiales de la sede central del sistema. Así tales seres ascendentes no reproductores obtienen la experiencia de la paternidad al ayudar a los Adanes y Evas de Jerusem en la crianza y enseñanza de su progenie.

516§4 45:6.6 Todos los supervivientes mortales que no han experimentado la paternidad en los mundos evolutivos también deben obtener esta capacitación necesaria durante su período de permanencia en las casas de los Hijos Materiales de Jerusem y como colaboradores paternales de estos estupendos padres y madres. Esto es necesario excepto si dichos mortales hayan sido capaces de compensar sus deficiencias en la guardería infantil del sistema, ubicada en el primer mundo de cultura transicional de Jerusem.

516§5 45:6.7 Esta guardería infantil probatoria de Satania está mantenida por ciertas personalidades morontiales en el mundo de los finalizadores, estando una mitad del planeta dedicada a esta tarea de crianza de niños. Así, algunos hijos de los mortales supervivientes se reciben y reensamblan, por ejemplo los vástagos que perecieron en los mundos evolutivos antes de adquirir estado espiritual como individuos. La ascensión de cualquiera de los dos progenitores naturales asegura que a este hijo mortal de los reinos se le otorgará la repersonalización en el planeta finalizador del sistema, y allí se le permitirá demostrar, mediante su elección subsiguiente por libre albedrío, si elige seguir el camino paterno de ascensión mortal. Aquí los niños aparecen como en el mundo de su natalidad excepto que no hay diferenciación sexual. No existe reproducción del tipo mortal después de la experiencia de vida en los mundos habitados.

531§2 47:1.4 En el primer mundo de morada todos los supervivientes deben pasar los requisitos de la comisión de progenitores de sus planetas nativos. La presente comisión de Urantia consiste en doce parejas de progenitores, recientemente llegadas, que han tenido la experiencia mortal de criar a tres o más hijos hasta la pubertad. El servicio en esta comisión es rotativo y en general tan sólo de diez años. Aquellos que no satisfacen a estos comisionados en cuanto a su experiencia de progenitor deben capacitarse ulteriormente sirviendo en los hogares de los Hijos Materiales de Jerusem o en parte en la guardería probatoria en el mundo de los finalizadores.

531§3 47:1.5 Pero sea cual fuere la experiencia de progenitor, los padres y las madres de los mundos de morada que tienen hijos en la guardería probatoria, tienen toda la oportunidad de colaborar con los custodios morontiales de dichos niños en cuanto a su instrucción y capacitación. Estos padres tienen permiso para viajar allí y visitar hasta cuatro veces por año. Y una de las escenas más emocionantemente hermosas de toda la andadura ascendente es observar a los padres de los mundos de morada abrazar a sus vástagos materiales en la ocasión de sus peregrinajes periódicos al mundo de los finalizadores. Aunque uno de los progenitores o los dos puedan abandonar el mundo de morada antes que el hijo, muy a menudo son contemporáneos durante una temporada.

531§4 47:1.6 Ningún mortal ascendente puede escapar a la experiencia de criar hijos -los propios o los de otros- sea en los mundos materiales o posteriormente en el mundo de los finalizadores en Jerusem. Los padres deben pasar por esta experiencia esencial tan ciertamente como las madres. Es una idea desafortunada y errónea de los pueblos modernos de Urantia que la crianza de los hijos sea en gran parte tarea de las madres. Los niños necesitan a sus padres tanto como a sus madres, y los padres necesitan de esta experiencia paternal tanto como las madres.