2.
LA FAMILIA Y EL HOGAR
1581§1
140:8.14
La
familia ocupaba el centro mismo de la filosofía de la vida de Jesús aquí y
en lo sucesivo. Las enseñanzas sobre Dios las basaba en la familia, tratando
al mismo tiempo de corregir la tendencia judía de honrar excesivamente a los
antepasados. Exaltaba la vida familiar como el deber más alto de la humanidad,
pero decía claramente que las relaciones familiares no deben interferir con
las obligaciones religiosas. Llamaba la atención sobre el hecho de que la
familia es una institución temporal; que no sobrevive a la muerte. Jesús no
vaciló en dejar a su familia cuando la familia fue en contra de la voluntad
del Padre. Enseñó la nueva y más amplia hermandad del hombre la de los hijos
de Dios.
939§3
84:6.8
El
matrimonio es la madre de todas las instituciones humanas, puesto que conduce
directamente al establecimiento y mantenimiento del hogar, que es la estructura
básica de la sociedad. La familia está vinculada vitalmente al mecanismo del
auto-mantenimiento; es la única esperanza de perpetuación de la raza bajo
las costumbres establecidas de la civilización, mientras que al mismo tiempo
provee eficazmente ciertas formas altamente satisfactorias de auto-gratificación.
La familia es el logro puramente humano más elevado
del hombre, puesto que combina la evolución de las relaciones biológicas de
hombre y mujer con las relaciones sociales de marido y mujer.
913§1
82:0.1
El
matrimonio -el emparejamiento- surge de la bisexualidad. El matrimonio es
el ajuste por reacción del hombre a dicha bisexualidad, mientras que la vida
familiar es la suma que resulta de todos los ajustes evolutivos y de adaptación.
El matrimonio es duradero; no es inherente a la evolución biológica, pero
constituye la base de toda evolución social y por consiguiente seguirá existiendo
con toda seguridad en alguna forma. El matrimonio ha otorgado a la humanidad
el hogar, y el hogar es la gloria coronadora de
toda la larga y ardua lucha evolutiva.
1922§3
177:2.5
Por
más de una hora Jesús y Juan continuaron esta conversación sobre la vida hogareña.
El Maestro siguió explicándole a Juan cómo un niño depende totalmente de sus
padres y de la vinculada vida hogareña para formar sus primeros conceptos
de todo lo que sea intelectual, social, moral y aun espiritual, puesto que
la familia representa para el niño pequeño todo lo que él puede conocer de
primera intención en cuanto a las relaciones humanas o divinas. El niño deriva
sus primeras impresiones del universo, de los cuidados de su madre; depende
completamente del padre terrenal para sus primeras ideas sobre el Padre celestial.
La vida subsiguiente del niño será feliz o infeliz, fácil o difícil, según
haya sido su vida mental y emocional temprana, condicionada por estas relaciones
sociales y espirituales del hogar. La vida entera de un ser humano está enormemente
influida por lo que sucede durante los primeros pocos años de su existencia.
1389§5
126:3.2
Durante casi veinte años (hasta que comenzó su ministerio público) ningún
padre pudo haber amado y educado a su hija más afectuosa y fielmente de lo
que Jesús cuidó a la pequeña Rut. Fue un padre igualmente bueno para con los
demás miembros de la familia.
941§1
84:7.20
Entre
los salvajes antiguos, la disciplina de los hijos comenzaba muy pronto; el
niño muy pronto se daba cuenta de que la desobediencia significaba fracaso
o aun la muerte, tal como sucedía entre los animales. Es el amparo que la
civilización brinda al niño, la protección contra las consecuencias naturales
de su conducta tonta, la que tanto contribuye a la insubordinación moderna.
941§2
84:7.21
Los
niños esquimales florecen con tan poca disciplina y corrección, tan sólo porque
son animalitos naturalmente dóciles; los hijos tanto de los hombres rojos
como de los amarillos son casi igualmente dóciles. Pero en las razas que contienen
la herencia andita, los niños no son tan plácidos; tienen más imaginación
y sentido de la aventura y requieren mayor adiestramiento y disciplina. Los
problemas modernos de la puericultura se vuelven cada vez más difíciles por:
1.
El alto grado de mezcla de razas.
2.
La educación artificial y superficial.
3.
La imposibilidad de que la progenie se cultive imitando a los padres -éstos
están ausentes del cuadro familiar demasiado tiempo.
941§6
84:7.25
Las
viejas ideas de disciplina familiar eran biológicas; surgían de la comprensión
de que los padres eran los creadores del hijo. Los ideales en avance de la
vida familiar llevan al concepto de que traer al niño al mundo, en vez de
impartir ciertos derechos al progenitor, comprende la responsabilidad suprema
de la existencia humana.
941§7
84:7.26
La
civilización considera que los padres se hacen cargo de todos los deberes
mientras que el hijo tiene todos los derechos. El respeto del hijo por sus
padres surge, no del conocimiento de la obligación implícita en la procreación,
sino naturalmente del resultado del cuidado, adiestramiento y afecto otorgados
con amor por los progenitores al ayudar al hijo a ganar la batalla de la vida.
El verdadero padre cumple un continuo servicio-ministerio que el hijo sabio
llega a reconocer y apreciar.
941§8
84:7.27
En
la presente era industrial y urbana la institución del matrimonio se está
desarrollando en un nuevo sentido económico. La vida familiar se ha vuelto
más y más costosa, mientras que los hijos, que solían ser un activo, se han
vuelto un pasivo económico. Pero la seguridad de la civilización misma aún
descansa en el desarrollo de la disposición de una generación en invertir
en el bienestar de las generaciones próximas y futuras. Todo intento de transferir
la responsabilidad paterna al estado o a la iglesia tendrá resultados suicidas
sobre el bienestar y avance de la civilización.
941§9
84:7.28
El
matrimonio, con los hijos y con la consiguiente vida familiar, estimula los
potenciales más elevados de la naturaleza humana y provee simultáneamente
el camino ideal para la expresión de esos atributos acelerados de la personalidad
mortal. La familia provee la perpetuación biológica de la especie humana.
El hogar es la arena social natural en la que los niños en crecimiento pueden
captar la ética de la hermandad de la sangre. La familia es la unidad fundamental
de la fraternidad en la que padres e hijos aprenden esas lecciones de paciencia,
altruismo, tolerancia, y indulgencia que son tan esenciales para la realización
de la hermandad entre los hombres.
941§10
84:7.29
La
sociedad humana mejorará mucho si las razas civilizadas revierten más ampliamente
al hábito de los consejos de familias practicado por los anditas. Estos no
mantenían una forma patriarcal o autocrática de gobierno familiar. Eran muy
fraternales y asociativos, discutían libre y francamente toda propuesta y
reglamentación de naturaleza familiar. Eran idealmente fraternales en todo
su gobierno familiar. En una familia ideal el afecto filial y el afecto paterno
aumentan mediante la devoción fraternal.
1394§1
126:5.12
Al
concluir su decimoquinto año concluyó Jesús la peligrosa y difícil travesía
de ese período intermedio de la vida humana, ese período de transición entre
la despreocupación y complacencia de la niñez y la noción del advenimiento
de la edad adulta con su carga de responsabilidades y oportunidades para la
adquisición de la experiencia avanzada en el desarrollo de un carácter noble.
Ya había concluido el período de crecimiento mental y físico; ahora comenzaría
la verdadera carrera de este joven nazareno.
835§5
74:7.2
La
socialización era el entero propósito del sistema escolar del oeste del Jardín.
Los períodos matinales de recreo eran destinados a las prácticas hortícolas
y agrícolas, los períodos vespertinos, a los juegos competitivos. Se aprovechaban
las primeras horas de la noche para el trato social y el cultivo de las amistades
personales. Se consideraba la preparación religiosa y sexual como incumbencia
de la familia, el deber de los padres.
811§5
72:3.5
Los
padres o tutores legítimos imparten toda la instrucción sexual en el hogar.
Los maestros ofrecen la instrucción moral durante los descansos en los talleres
de las escuelas, pero éste no es el caso de la preparación religiosa, la cual
se estima que es privilegio exclusivo de los padres considerándose la religión
como parte integral de la vida hogareña. La instrucción puramente religiosa
se da públicamente, sólo en los templos de filosofía, ya que entre esta gente,
no se han desarrollado instituciones exclusivamente religiosas, semejantes
a las iglesias de Urantia. En su filosofía, la religión es el afán de conocer
a Dios y de manifestar amor al prójimo sirviéndole, lo cual, sin embargo,
no es propio del estado religioso
de las otras naciones de este planeta. En este pueblo, la religión es un asunto
que forma parte tan integral de la familia que no existen sitios públicos
consagrados exclusivamente a la reunión religiosa. Políticamente, la iglesia
y el estado, como suelen llamarles los habitantes de Urantia, están totalmente
separados, no obstante, hay una extraña superposición entre la religión y
la filosofía.
1922§4
177:2.6
Es
nuestra creencia sincera que el evangelio contenido en las enseñanzas de Jesús,
fundado como lo está en la relación padre-hijo, podrá difícilmente disfrutar
de una aceptación mundial hasta el momento en que la vida hogareña de los
pueblos modernos civilizados contenga más amor y más sabiduría. A pesar de
que los padres del siglo veinte posean gran conocimiento y mayor verdad para
mejorar el hogar y ennoblecer la vida hogareña, sigue siendo un hecho que
muy pocos hogares modernos llegan a ser medios para la crianza de niños y
niñas, tan buenos como lo fuera el hogar de Jesús en Galilea y el de Juan
Marcos en Judea; sin embargo, la aceptación del evangelio de Jesús dará como
resultado una mejora inmediata de la vida hogareña. La vida amorosa de un
hogar sabio y la devoción leal de la verdadera religión ejercen una profunda
influencia recíproca. Tal vida hogareña eleva la religión, y la religión genuina
siempre glorifica el hogar.
1923§1
177:2.7
Es
verdad que muchas de las influencias objetables y paralizantes y otras características
obstaculizantes de estos antiguos hogares judíos han sido virtualmente eliminadas
de muchos de los hogares modernos mejor regulados. Existe en efecto mayor
libertad espontánea y mucha más libertad personal, pero esa libertad no está
equilibrada por el amor, motivada por la lealtad, ni dirigida por la disciplina
inteligente de la sabiduría. Hasta tanto enseñemos al niño a rezar, «Padre
nuestro que estás en los cielos», recae sobre todos los padres terrenales
una tremenda responsabilidad, la de vivir y ordenar sus hogares de manera
tal que la palabra padre quede glorificada en la mente y en el corazón de
todos los niños que están creciendo.
820§1
72:12.3
En
virtud de un permiso extraordinario, se hace esta narración sobre los asuntos
de un planeta vecino con ánimo de hacer progresar la civilización y de aumentar
la evolución gubernamental en Urantia. Se podría narrar mucho más que, indudablemente,
interesaría e intrigaría a los urantianos, pero esta divulgación agota los
límites permitidos por nuestro mandato.
1328§4
120:2.7
«7.
En todas tus acciones en el mundo de tu efusión, ten presente que estás viviendo
una vida para instrucción y edificación de tu entero universo. Estás efundiendo
esta vida de encarnación mortal sobre Urantia, pero debes vivir dicha vida
para la inspiración espiritual de toda inteligencia humana y sobrehumana que
vivió, ahora existe, o podrá aún vivir en cada uno de los mundos habitados
que haya formado parte en el pasado, forme ahora o pueda formar parte en el
futuro de la vasta galaxia de tu dominio administrativo. Tu vida terrestre
en semejanza de carne mortal no será vivida para ejemplo de los mortales de
Urantia durante los días de tu residencia en la tierra ni tampoco para cualquier
generación subsiguiente de seres humanos en Urantia o de cualquier otro mundo.
Más bien, tu vida urantiana en la carne será la inspiración para todos los
seres de todos los mundos de Nebadón y por todas las generaciones en tiempos
por venir.
516§2
45:6.4
Ningún
mortal superviviente, ser intermedio o serafín puede ascender al Paraíso,
lograr al Padre, y ser incorporado en el Cuerpo de Finalidad sin haber pasado
por la experiencia sublime de lograr una relación paternal con un hijo en
evolución de los mundos o alguna otra experiencia análoga y equivalente. La
relación entre el hijo y el padre es fundamental en el concepto esencial del
Padre Universal y de sus hijos del universo. Por lo tanto dicha experiencia
es indispensable para la capacitación vivencial de todos los seres ascendentes.
516§3
45:6.5
Los
seres intermedios ascendentes y los serafines evolutivos deben pasar a través
de esta experiencia de paternidad en colaboración con los Hijos e Hijas Materiales
de la sede central del sistema. Así tales seres ascendentes no reproductores
obtienen la experiencia de la paternidad al ayudar a los Adanes y Evas de
Jerusem en la crianza y enseñanza de su progenie.
516§4
45:6.6
Todos
los supervivientes mortales que no han experimentado la paternidad en los
mundos evolutivos también deben obtener esta capacitación necesaria durante
su período de permanencia en las casas de los Hijos Materiales de Jerusem
y como colaboradores paternales de estos estupendos padres y madres. Esto
es necesario excepto si dichos mortales hayan sido capaces de compensar sus
deficiencias en la guardería infantil del sistema, ubicada en el primer mundo
de cultura transicional de Jerusem.
516§5
45:6.7
Esta
guardería infantil probatoria de Satania está mantenida por ciertas personalidades
morontiales en el mundo de los finalizadores, estando una mitad del planeta
dedicada a esta tarea de crianza de niños. Así, algunos hijos de los mortales
supervivientes se reciben y reensamblan, por ejemplo los vástagos que perecieron
en los mundos evolutivos antes de adquirir estado espiritual como individuos.
La ascensión de cualquiera de los dos progenitores naturales asegura que a
este hijo mortal de los reinos se le otorgará la repersonalización en el planeta
finalizador del sistema, y allí se le permitirá demostrar, mediante
su elección subsiguiente por libre albedrío, si elige seguir el camino paterno
de ascensión mortal. Aquí los niños aparecen como en el mundo de su natalidad
excepto que no hay diferenciación sexual. No existe reproducción del tipo
mortal después de la experiencia de vida en los mundos habitados.
531§2
47:1.4
En
el primer mundo de morada todos los supervivientes deben pasar los requisitos
de la comisión de progenitores de sus planetas nativos. La presente comisión
de Urantia consiste en doce parejas de progenitores, recientemente llegadas,
que han tenido la experiencia mortal de criar a tres o más hijos hasta la
pubertad. El servicio en esta comisión es rotativo y en general tan sólo de
diez años. Aquellos que no satisfacen a estos comisionados en cuanto a su
experiencia de progenitor deben capacitarse ulteriormente sirviendo en los
hogares de los Hijos Materiales de Jerusem o en parte en la guardería probatoria
en el mundo de los finalizadores.
531§3
47:1.5
Pero
sea cual fuere la experiencia de progenitor, los padres y las madres de los
mundos de morada que tienen hijos en la guardería probatoria, tienen toda
la oportunidad de colaborar con los custodios morontiales de dichos niños
en cuanto a su instrucción y capacitación. Estos padres tienen permiso para
viajar allí y visitar hasta cuatro veces por año. Y una de las escenas más
emocionantemente hermosas de toda la andadura ascendente es observar a los
padres de los mundos de morada abrazar a sus vástagos materiales en la ocasión
de sus peregrinajes periódicos al mundo de los finalizadores. Aunque uno de
los progenitores o los dos puedan abandonar el mundo de morada antes que el
hijo, muy a menudo
son contemporáneos durante una temporada.
531§4
47:1.6
Ningún
mortal ascendente puede escapar a la experiencia de criar hijos -los propios
o los de otros- sea en los mundos materiales o posteriormente en el mundo
de los finalizadores en Jerusem. Los padres deben pasar por esta experiencia
esencial tan ciertamente como las madres. Es una idea desafortunada y errónea
de los pueblos modernos de Urantia que la crianza de los hijos sea en gran
parte tarea de las madres. Los niños necesitan a sus padres tanto como a sus
madres, y los padres necesitan de esta experiencia paternal tanto como las
madres.